Duro Felguera superó ayer otro hito crucial en su devenir por la salvación de la sociedad con el respaldo de los accionistas a los términos pactados con la banca acreedora para la refinanciación y reestructuración de la deuda de la compañía y la activación de una línea de avales por 80 millones –de las que el grupo carece desde 2016– para relanzar su actividad comercial.
El respaldo de los accionistas estaba en riesgo por la exigencia de mayorías reforzadas y sobre todo porque, por la naturaleza de la decisión, se precisaba la participación de al menos el 25% del capital como condición inexcusable, un objetivo de difícil consecución en una compañía con un accionariado extremadamente atomizado. Al final, se reunió el 25,4% y se logró un respaldo a tales propuestas superior al 99% del capital presente y representado.
La materialización del pacto alcanzado con la banca el 30 de abril es crucial para la viabilidad de la empresa y es además una de las condiciones para que el Fondo Estatal de Apoyo a Empresas Estratégicas lleve a efecto la segunda fase del rescate temporal de Duro que aprobó el Consejo de Ministros el 9 de marzo por 120 millones y de los que hasta ahora se han desembolsado 40 millones.
La compañía ha logrado autorización del consejo gestor del Fondo Estatal para aplazar hasta el 30 de septiembre el cumplimiento de las condiciones exigidas para que pueda recibir la segunda parte del rescate. Jaime Argüelles, que ayer fue ratificado por la junta como nuevo consejero delegado con el respaldo del 99,25% de las acciones presentes y representadas, atribuyó la solicitud de esta prórroga al afán de “robustecer” previamente la sociedad con una “solución integral” mediante la ejecución del acuerdo con la banca, la culminación de las negociaciones que se mantienen para la venta de derechos de cobro por reclamaciones y arbitrajes al fondo estadounidense Fortress y la conclusión de las conversaciones que se están desarrollando con diversos inversores interesados en tomar posiciones en Duro. Argüelles señaló que “desde el rescate” la empresa es “más atractiva para el mercado” y que “ha atraído a un mayor número de inversores”. “Queremos maximizar esta oportunidad y necesitamos tiempo para elegir la mejor alternativa”, dijo. La entrada anticipada de un accionista de referencia no es, sin embargo, un requisito imprescindible para que se desembolse la segunda parte del rescate, como recordó la presidenta, Rosa Aza.
Duro Felguera saldrá del largo letargo en el que ha estado, la compañía tiene solución y un futuro brillante
Argüelles señaló que la empresa saldrá del “largo letargo” en el que ha estado, y que, si bien se halla en una “situación crítica”, la compañía “tiene solución y un futuro brillante”. “Será una tarea ardua, dura y que exigirá sacrificios en una primera fase, pero soy totalmente optimista. Conseguiremos reflotar la compañía”, aseguró. El nuevo ejecutivo confía en la experiencia de la sociedad, su reputación, su saber hacer, el capital humano y profesional de la plantilla (“su verdadero capital”) y un plan estratégico que se fundamentará en los negocios tradicionales (que aún tienen gran potencial y recorrido, precisó), una diversificación hacia energías renovables (eólica marina, fotovoltaica, hidrógeno verde y almacenamiento) y la potenciación de las áreas de sistemas inteligentes y de sistemas logísticos y de automatización.
La entrada anticipada de un accionista de referencia no es un requisito imprescindible para que se desembolse la segunda parte del rescate
Argüelles anunció viajes inmediatos a Argelia y Dubai para negociar la reactivación de varios de los grandes proyectos de Duro en los que persisten las desavenencias con el cliente (Djelfa y Jebel Ali) y desveló que se siguen manteniendo contactos en el caso de Iernut (Rumanía) pese a la denuncia del contrato por el cliente. “Somos una empresa cumplidora y llevamos los proyectos a buen puerto”, dijo.
Junto con Argüelles fueron ratificados los dos consejeros de reciente incorporación en representación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y fueron renovados para un nuevo mandato la presidenta y los otros tres consejeros independientes de la sociedad.
La ingeniería prevé facturar 700 millones en 2025 y contratar 600
Duro prevé alcanzar 500 millones de facturación en 2023 y 700 en 2025 frente a los 143,9 millones de 2020, según el plan de la nueva dirección. La contratación pasará, según estas proyecciones, de los 78 millones de 2020 a casi 400 en 2023 y a 600 en 2025. Y el “ebitda”, que fue negativo en 2020 (-138,2 millones) alcanzaría los 48 millones en 2025. El acuerdo de refinanciacióny reestructuración de la deuda financiera (85 millones) respaldado ayer por la junta general supone la amortización de 7,5 millones, la prórroga hasta 2027 del vencimiento de una emisión de obligaciones (clase “A”) de 2018, la amortización de otra línea similar (clase “B”) y misma fecha por 142,2 millones y la emisión de una nueva serie de obligaciones convertibles (clase “C”) por 52 millones. Se autorizó al consejo para ampliar capital si se produjese la conversión de los títulos en acciones, lo que daría a la banca el 13% de la empresa.
