Los parques eólicos marinos deberán instalarse teniendo en cuenta la repercusión sobre la vida marítima y la actividad pesquera según una resolución aprobada en el pleno del Parlamento Europeo. Un total de 512 eurodiputados votaron a favor del informe, 21 en contra y 159 se abstuvieron.
La propuesta alerta sobre la extensión de aerogeneradores en el mar y previene sobre su instalación puesto que todavía no se conocen los efectos negativos que pueda suponer. Se pide que se tenga en cuenta la opinión de todos los sectores implicados, preferentemente quienes se dedican a la actividad pesquera. En Europa el 80% de la flota trabaja a pequeña escala y en aguas próximas a la costa por lo que, según este informe, sería la más afectada por la instalación de aerogeneradores. El Parlamento considera que los estados miembros deben tener en cuenta a ese grupo profesional para compensarlo y prestar atención a su seguridad, y tiene que prever que esas instalaciones se sitúen lejos de los caladeros y que sólo se construyan si se garantiza que no tienen un impacto negativo.
Más del 85% de la fuerza eólica instalada en la UE se encuentra en el norte, pero se prevé una rápida expansión al resto de los mares, entre ellos el Cantábrico. EDP y Enagas-Naturgy manejan proyectos frente a la costa asturiana.
Hoja de ruta. El Ministerio para la Transición Ecológica sacó ayer a información pública el borrador de la Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar en España, con 20 líneas de actuación para ser referencia en el desarrollo tecnológico y de I+D en las distintas tecnologías, y reforzar la cadena de valor de la industria, con peso en Asturias. Además, plantea “un despliegue ordenado” de las instalaciones en las aguas territoriales, habilitará al menos 200 millones de euros en ayudas para I+D hasta 2023 y, con vistas a 2030, se marca el objetivo de alcanzar entre 1 y 3 gigavatios de eólica marina flotante.
