La gasolina y el gasóleo marcaron en la primera semana de julio su máximo anual y cuestan, respectivamente, un 6% y un 4,15% más que hace dos años, en el último verano antes de la pandemia. Según los datos difundidos por el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio de la gasolina subió durante esta última semana un 0,58%, hasta llegar a los 1,391 euros por litro, mientras que el gasóleo se cotiza ya a 1,253 euros por litro, un 0,56% más que hace siete días.

De esta forma, llenar un depósito con capacidad para 55 litros con gasolina cuesta 76,5 euros, mientras que, si se repostar gasóleo, el precio alcanza los 68,915 euros. Son entre diez y doce euros más que hace justo un año.

La gasolina no alcanzaba los precios actuales desde hace casi siete años, mientras que el gasóleo se sitúa a niveles de enero de 2020, apenas dos meses antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma por la pandemia del coronavirus. Respecto al último mes, la gasolina cuesta un 2,4% más y el gasóleo un 2,6%. Si se analizan los precios de ambos carburantes desde que comenzó 2021, la gasolina y el gasóleo suben un 17,5% y un 17,2%, respectivamente.

Ambos combustibles llevan al alza desde el pasado mes de noviembre, momento en el que todavía estaban en vigor las restricciones para contener la segunda ola de la pandemia. Aún así, los carburantes se mantienen lejos de sus máximos históricos, que alcanzaron la semana del 3 de septiembre de 2012, hace casi nueve años, cuando la gasolina costaba 1,522 y el gasóleo el 1,455 euros.

Este incremento en los precios de los carburantes en los últimos meses ha venido de la mano de la recuperación en el precio del petróleo. La cotización del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para la Unión Europea, se situaba ayer cerca de los 73 dólares, mientras que el crudo Texas rondaba los 72,5 dólares, entre dos y tres dólares menos que hace una semana en ambos casos, lo que podría anticipar un alto en la tendencia de subida de los carburantes.