El multimillonario plan de ayudas para rescatar al castigado y heterogéneo sector de los autónomos puede quedarse en aguas de borrajas. Así lo han advertido las propias asociaciones de autoempleados, así como las gestorías y las asesorías asturianas que van a tener que tramitar los expedientes para solicitar las subvenciones. Aunque es un fondo estatal son las propias comunidades las que tienen que decidir –en función de unas pautas– qué tipo de profesionales van a ser los que se beneficien de las ayudas y en qué plazos. El fondo está dotado por 107 millones inyectados por el Gobierno nacional, más otros 25 que aporta de su propio presupuesto el Ejecutivo regional. En Asturias, critican los colegios de Economistas, Titulados Mercantiles y Empresariales, el de Graduados Sociales y el de Gestores Administrativos, el plazo que se ha dado –solo de diez días hábiles en la primera convocatoria que se acaba de publicar– deja muy poco margen para preparar la documentación. Y no solo eso. Cuestionan que los duros requisitos impuestos “dejarán a la inmensa mayoría de los afectados sin poder acceder a las subvenciones”. Son “inaccesibles”.
¿Cuáles son esos requisitos? Los detallan las propias asesorías. “Por un lado, se exige que los afectados hayan tenido una reducción de ingresos de más del 30% de ventas respecto a 2019”, dicen. En principio, no parece un obstáculo demasiado insalvable, teniendo en cuenta que la mayoría de los negocios estuvieron cerrados –o funcionando al ralentí– durante la mayor parte del año pasado y parte de este. El principal problema llega en este otro punto: “Las deudas que se quieran imputar tienen que pertenecer a contratos previos al 13 de marzo de 2020, lo que es una medida restrictiva e incoherente por la realidad de variación de restricciones que hemos vivido desde esa fecha”, señalan los colegios profesionales. El espíritu de las ayudas es mejorar la liquidez de las empresas y autónomos más damnificados por la pandemia, dividido en cuatro líneas de subvenciones, para turismo y hostelería, cultura y deportes; para comercio; y para lo que se ha denominado como “otras actividades”. Las subvenciones oscilarán entre los 3.000 y los 200.000 euros y el Principado aspira a que se benefician de ellas 25.000 negocios de la región.
Pero, las asociaciones de autónomos dudan que se pueda alcanzar ni siquiera el 40%. A raíz de la convocatoria de las ayudas asturianas –que se publicó hace unos días en el Boletín Oficial del Principado (BOPA)–, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Asturias (UPTA) –una asociación ligada a UGT– vaticinó que, por lo que se está viendo en otras comunidades donde los requisitos son muy similares a los impuestos por el Principado, los resultados serán “desastrosos”. Eduardo Abad, presidente de la asociación, asegura: “Los datos no mienten, la dificultad en el cumplimiento de los requisitos por parte de los posibles beneficiarios; y el desconocimiento de la realidad de los autónomos; la nula comunicación de la administración de la administración con los colectivos del sector ha desencadenado la tormenta perfecta para hacer de estas ayudas un verdadero fiasco”. Para Abad los excesivos requisitos “castiga a gran parte del colectivo que ha sufragado con recursos propios el pago a proveedores”. En una línea muy similar los colegios profesionales asturianos añaden que “las ayudas deberían permitir una mayor accesibilidad acorde a las necesidades reales de los sectores más afectados por la pandemia y no establecer condiciones inasumibles en plazos tan breves”.
El plan
En marzo el Gobierno nacional anunció un multimillonario plan de ayudas, dotado con 7.000 millones, con el objetivo de rescatar a los negocios que hubieran sufrido el impacto de la crisis económica.
El desarrollo
Aunque se trata de un plan nacional, el Gobierno daba manga ancha a las comunidades para que realizaran el reparto como más les convenciera, en función de las necesidades de su territorio.
En Asturias
El Gobierno asturiano aprobó hace unos días este plan de ayudas, dotado con 107 millones que aporta el Estado más otros 25 que pone el Principado de su propio presupuesto, aspira a que lleguen a 25.000 negocios.
