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División en la política: la izquierda aplaude y la derecha duda de Sánchez

El PSOE defiende que esta inversión prueba el compromiso del Gobierno central con Asturias

Hemiciclo de la Junta General

Los dos grandes bloques en los que está dividido el Parlamento asturiano discreparon ayer sobre el alcance y significado del anuncio realizada por Pedro Sánchez en su fugaz visita a Asturias. Los partidos de la izquierda valoraron positivamente la inversión de 1.000 millones, mientras que el resto mantuvieron sus dudas sobre el compromiso real del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el conjunto de la industria asturiana.

“Es una excelente noticia para Asturias, que abre una etapa nueva para nuestro futuro industrial. La importante inversión acordada de modernización de la industria siderúrgica asentada en Asturias es garantía para su competitividad”, valoró la portavoz del PSOE en la Junta General, Dolores Carcedo. Y destacó “el claro compromiso del Gobierno central con Asturias y la industria”, así como “la confianza de la empresa en las posibilidades de esta comunidad autónoma y la importancia de la colaboración entre el Gobierno central, el de Asturias y las empresas para desarrollar proyectos estratégicos para Asturias.

La presidenta del primer partido de la oposición, Teresa Mallada (PP), espera que el proyecto de ArcelorMittal sirva para “garantizar sin duda” el mantenimiento del empleo y la producción en la planta asturiana, pero defendió que la transición a una producción más sostenible debe llegar también a “muchas empresas” que dependen de la llegada de los fondos europeos.

Susana Fernández (Cs) criticó que Sánchez deje “exclusivamente en manos de un apoyo financiera externo de Bruselas y de los aranceles en las importaciones el futuro de la industria asturiana” y le acusó de “no asumir su responsabilidad en el alto precio que paga la industria asturiana por una tarifa eléctrica abusiva y los elevados costes de emisión”. Daniel Ripa (Podemos) defendió que Asturias “debe asegurarse que las subvenciones a las empresas no sean a fondo perdido” y apremió “a dar solución a la mala calidad del aire de Gijón”.

Ángela Vallina (IU) destacó que “la implicación del Gobierno para favorecer una inversión tan cuantiosa debe ser la pauta a seguir para lograr una transición justa”. Adrián Pumares (Foro) señaló como “una auténtica burla que el Presidente afirme que el estatuto de las electrointensivas ayuda a garantizar la viabilidad de la industria asturiana” mientras que Ignacio Blanco, de Vox, matizó que “si finalmente Arcelor hace la inversión prometida es una gran noticia, pero ya advierte de que el mercado no está preparado para asumir este tipo de acero”.

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