Conocida por su trabajo metódico y su carácter dialogante, la empresaria María Calvo Carvajal (Gijón, 1975), ha tomado esta semana las riendas de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), patronal de la que ya conoce todos sus entresijos. Fue hasta ahora la número dos de Belarmino Feito, su predecesor en el cargo, y es presidenta del grupo de promotores de la Confederación Asturiana de Constructores (CAC-Asprocon) desde hace siete años y vicepresidenta de la Asociación Nacional de Promotores y Constructores de España (APCE) desde hace seis. 

Siempre fue amante de las matemáticas y los números y terminó en Madrid, en el ICADE, para licenciarse en Derecho y en lo que hoy se denomina Administración y Dirección de Empresas (ADE). También ama la naturaleza y volvió a la tierrina a disfrutar de ella cuando tuvo oportunidad. Heredó de su padre la pasión por los negocios y se puso al frente de la empresa familiar cuando el falleció.

Quiere desmitificar la imagen del empresario –porque cualquier autónomo o grupo familiar tienen la misma esencia emprendedora que una gran firma– y visibilizarlo como aparato útil para la creación de empleo. Está dispuesta a hacer lo que sea para captar talento joven y no olvida lo importante que es para la región explotar el sector tecnológico.

(En este enlace puedes conocer el perfil completo de la primera mujer que preside la FADE)