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EDP y Endesa planean en Tineo y Grandas las hidráulicas más potentes de Asturias

Los proyectos de centrales reversibles incluyen la construcción de embalses por encima de las presas de La Barca y Salime para generar y almacenar energía trasvasando agua

Embalse de Salime

El agua de Asturias vuelve a ser muy codiciada para generar electricidad. EDP y Endesa proyectan la construcción de las que serán, si salen adelante, las dos centrales hidroeléctricas con mayor potencia de Asturias, con hasta 800 megavatios. Los proyectos aprovechan las actuales presas de La Barca (Tineo) y Salime (Grandas de Salime), e incluyen la construcción de otras nuevas en cotas superiores y la instalación de centrales subterráneas reversibles para bombear agua entre ellas y turbinar cuando se deja caer por gravedad. El circuito actuará como un gran almacén energético que permite gestionar renovables. No obstante, EDP y Endesa no son las únicas compañías interesadas en explotar los embalses de La Barca y Salime. La andaluza Magtel también tramita centrales similares, aunque con menor potencia.

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética señala que “se promoverán centrales hidroeléctricas reversibles” para alcanzar los objetivos de descarbonización y la Estrategia de Almacenamiento Energético plantea pasar de una potencia actual de almacenamiento de 8,3 gigavatios (aportados en su mayor parte por bombeos) a 20 GW en 2030 y a 30 GW en 2050. Los sistemas de bombeo hidráulico será claves y las compañías energéticas han puesto el punto de mira en Asturias, donde hay abundancia de agua, pantanos de los que obtener nuevos aprovechamientos y una orografía que facilita los trasvases de agua a diferentes alturas para aprovechar la gravedad. Así, han surgido grandes proyectos que inician ahora su tramitación.

La Barca. EDP pretende construir una nueva central hidroeléctrica reversible en el río Narcea que aprovechará parte de las instalaciones de la central y presa de La Barca, que son de su titularidad. El proyecto incluye la construcción de una nueva presa en las colinas de La Curiscada, cerca de la población tinetense de El Crucero, con una capacidad de 4,5 hectómetros cúbicos de agua y que ocupará una superficie de 24 hectáreas. Entre el embalse de La Barca (que sería el situado a menor cota) y este nuevo (el superior) se construirá un circuito hidráulico subterráneo de 5,4 kilómetros. El circuito constará de una toma de bombeo en la margen izquierda de La Barca, una central hidroeléctrica subterránea excavada en una caverna (que estará equipada con dos grupos turbina-bomba con una potencia instalada de 453,2 megavatios y los transformadores), una galería de conducción, otras dos de presión y desagüe, una chimenea de equilibrio y una toma de agua en el embalse superior. En las horas valle, cuando la energía es más barata, se bombearía agua al depósito superior. Y en las horas punta, cuando la energía es más cara, se generaría electricidad turbinado con el agua que se suelta y cae por gravedad. El proyecto se completará con una línea eléctrica de evacuación de 11 kilómetros hasta la subestación de Salas. EDP ya ha iniciado los trámites de evaluación ambiental ante el Ministerio para la Transición Ecológica y ha solicitado una concesión del río Narcea a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

Salime. Saltos del Navia, compañía participada a partes iguales por EDP y Endesa, también tramita un proyecto similar al de La Barca en el embalse de Salime, en el que tiene la concesión para producir electricidad. En este caso la central reversible tiene una potencia superior, de 800 MW, casi como los dos ciclos combinados de gas de Soto de Ribera.

Magtel. Esta compañía cordobesa de renovables también tramita proyectos de centrales hidráulicas reversibles en La Barca y Salime, aunque con menor potencia (300 y 400 MW respectivamente). Al haber varios candidatos, se abrirá trámite de competencia.

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