El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias (COAPI) alzó ayer la voz contra la reforma fiscal aprobada por el Gobierno que, a su entender, hará que la nueva forma de valorar la vivienda de cara al pago de tributos quede al “arbitrio de las haciendas autonómicas y estatal, lo que provocará en el contribuyente mucha confusión y una gran inseguridad jurídica”. A partir de ahora será el Catastro el que valorará el estado de la vivienda usando datos individualizados de antigüedad, conservación o precio de compraventa, y ese índice servirá de referencia inmobiliaria. En Asturias, los Servicios Tributarios del Principado usaban el denominado valor real, tumbado por el Supremo.

El presidente del COAPI, Antonio Vega, aseguró que este cambio, incluido en la ley de medidas de prevención de lucha contra el fraude, implicará un incremento en los impuestos como el de transmisiones patrimoniales, sucesiones o donaciones y en los de actos jurídicos documentados, entre otros. “Con esta reforma, el valor de la vivienda ya no estará fijado por ponencias de valores, sino que se calculará en base a los registros de precios que faciliten los notarios y registradores de la propiedad por las transacciones que lleven a cabo, sin ver en qué estado de conservación está el inmueble”, explicó Vega, que tachó de “aberración” el sistema.