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Arcelor quiere recortar 15 empleos en el taller de chapa de Gijón

La multinacional desliga el ajuste de la inversión de cerca de 1.000 millones de euros para descarbonizar sus plantas asturianas

Instalaciones del tren de chapa de Arcelor, en Veriña (Gijón). ÁNGEL GONZÁLEZ

ArcelorMittal quiere recortar la plantilla del tren de chapa gruesa de Veriña (Gijón), uno de los talleres que se ha beneficiado de los planes de la multinacional para modernizar las instalaciones siderúrgicas y hacerlas más eficientes. La compañía comunicó ayer a los sindicatos que, tras las últimas automatizaciones, necesita amortizar, por lo menos, quince empleos entre el personal fijo. Más otros dos de los denominados “cubre bajas”. Es decir, personal temporal.

La justificación de este recorte viene de atrás y no está ligado con el proceso de descarbonización que van a afrontar las plantas de la siderúrgica con un inversión de 1.000 millones. A finales de 2019 la compañía anunció una importante inversión en su tren de chapa grueso con el objetivo de automatizar su producción. El proyecto, cuya cuantía no ha transcendido, suponía la sustitución de una de las llamadas máquinas de oxicorte por una nueva para facilitar el proceso de cortado y el de pintado de las chapas. Ya de aquella la siderúrgica advirtió a los sindicatos que esa inversión acarrearía un recorte de empleo porque, por motivos de patente, esa máquina solo podía ser manejada por miembros externos a Arcelor y que estarían a nómina del propio fabricante. La multinacional aprovechó 2020, cuando la siderurgia estaba a medio gas, para realizar la inversión. A la compañía le sobran diez gruistas y cinco operadores de oxicorte, más dos cubrebajas. El sindicato CC OO le reprochó a la compañía durante la reunión “la incoherencia que supone pretender desligar esta actuación del plan de descarbonización presentado la semana pasada, donde se le daba al tren de chapa un papel preponderante y que incluía un aumento de su producción”. En este taller, muy orientado hacia la energía eólica marina, trabajan, aproximadamente, unas 300 personas.

Por otro lado, la dirección de Arcelor mantuvo ayer una reunión –mediante videoconferencia– con el presidente del Gobierno vasco, Íñigo Urkullu, y con su consejera de desarrollo económico, Arantxa Tapia, para explicarles cómo afectará su proyecto de descarbonización a la planta de Sestao. Será la primera del grupo sin emisiones cuando se complete una inversión de 50 millones. Además, la siderúrgica anunció que sus plantas de Bélgica (Geel, Genk, Gante y Lieja), de Luxemburgo (Belval, Differdange y Rodange) y de Alemania (Bremen y Eisenhüttenstadt) se han convertido en las primeras del mundo en superar las auditorías independientes que las acreditan como fabricantes de “acero responsable”.

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