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El Principado destaca que nuevo proyecto de mina de oro de Salave incorpora mejoras sobre los anteriores

Sondeos para la mina de oro de Salave

La directora general de Energía, Minería y Reactivación del Principado, Belarmina Díaz, destacó ayer que el proyecto que ha presentado Exploraciones Mineras del Cantábrico para la mina de oro de Salave, en Tapia de Casariego, incluye, a primera vista, mejoras medioambientales con respecto a anteriores que fueron rechazados.

“Han presentado un proyecto técnico que tenemos que valorar detalladamente. Todavía no hemos tenido tiempo de hacerlo, pero si que parece que incorpora modificaciones sustanciales respecto a proyectos que se presentaron en el pasado. Y desde luego si que parece que prestan muchísima atención a todo el tema de las aguas y a todo el tema medioambiental”, destacó Belarmina Díaz, que no obstante apuntó que se acaba de iniciar el procedimiento y que estará sometido a información pública. “Se abrirá un periodo importante de consulta y de recepción de alegaciones y observaciones, y se tramitará siguiendo todos los procedimientos”, señaló Díaz, convencida de que la explotación puede hacerse de forma sostenible. “Nos gusta apostar y creer en una minería verde en línea con lo que se marca desde Europa”, afirmó la directora general de Minería, que destacó la necesidad de materias primas para el despliegue de las renovables, del coche eléctrico y o de la tecnología móvil. “Analizaremos con todo detalle las cuestiones técnicas del proyecto”, aseguró Díaz.

Fuentes de Exploraciones Mineras del Cantábrico destacaron que la empresa está a disposición de vecinos y administraciones implicadas para clarificar el proyecto. “Nuestro objetivo es dar a conocer todos los detalles relevantes y de interés del proyecto”, destacaron.

Exploraciones Mineras del Cantábrico, filial española de la británica Black Dragon Gold, dio ayer un paso importante en su proyecto de mina subterránea de oro en Salave, en Tapia de Casariego, con la presentación del proyecto de explotación y restauración, y el estudio de impacto ambiental. La que aspira a ser la tercera mina de oro de Asturias –tras las de Belmonte y Salas, explotadas por Orovalle– generará entre 150 y 200 empleos directos con una inversión de 100 millones de euros, según destacaron ayer los promotores.

El de Salave está considerado como uno de los mayores yacimientos de oro no explotados de Europa –solo hay documentada extracción superficial por parte de los romanos hace 2.000 años– y ha sido investigado por varias compañías. Sin embargo ninguna ha conseguido poner en marcha la explotación. La canadiense Astur Gold fue la que llegó más lejos en la tramitación, pero la Comisión para Asuntos Medioambientales del Principado de Asturias (CAMA) rechazó el proyecto por unanimidad en 2014 a la luz de los informes desfavorables emitidos por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).

Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), con capital nacional y extranjero –su matriz Black Dragon Gold cotiza en el mercado de valores de Australia– está detrás del nuevo intento de poner en marcha la mina de Salave. Tras analizar el documento de alcance remitido por la administración ambiental del Principado de Asturias, EMC ha presentado el proyecto de explotación y restauración de Salave junto con su evaluación de impacto ambiental. Desde la compañía se afirmó ayer que el inicio de este proceso de autorización ambiental “se hace desde el convencimiento de que es posible desarrollar una operación minera económicamente viable y medioambientalmente sostenible con el objetivo global de alcanzar el riesgo cero”. EMC contempla “un proyecto nuevo y singular de minería subterránea con el prisma del respeto medioambiental y la eliminación de los impactos, especialmente el visual”. La compañía destacó además que la operación está concebida con la tecnología más moderna.

Los anteriores intentos para poner en marcha la mina de oro de Salave chocaron con la oposición de diferentes colectivos –Tapia es un concejo que vive del turismo y del sector agropecuario, principalmente– y los reparos de organismos reguladores por el impacto ambiental. EMC destacó ayer que la “singularidad y diferencia” de la nueva propuesta es que se desarrolla bajo el compromiso de alcanzar el nivel de riesgo cero para el medio ambiente a largo plazo. El proyecto plantea la extracción de la roca rica en sulfuros del subsuelo de Salave que, una vez separados, constituirán el producto final en forma de concentrado. “De este modo se excluye y elimina la necesidad de utilizar productos cianurados en el proceso, como ocurre habitualmente en las minas de oro del mundo”, destacó la compañía, que añadió que la extracción subterránea y su relleno total minimiza los residuos mineros y la superficie necesaria para gestionarlos. Además, la actividad regular se desarrollará dentro de edificios industriales.

EMC destacó que el proyecto no generará ningún vertido a cauce terrestre y que ha propuesto medidas para la protección de las aguas subterráneas que incluyen el vertido en el mar exclusivamente de agua limpia a través de un emisario submarino a 800 metros de la costa y 17 metros de profundidad, funcionando de manera similar a los emisarios ya existente en la zona (como por ejemplo el que comparten la papelera de Ence y la fábrica de Reny Picot en Navia). La compañía minera destacó que el método constructivo de los depósitos permitirá proponer un plan de restauración que contempla la eliminación de todas las edificaciones y una recuperación de los usos actuales del suelo al final de la vida útil de la mina, que se estima en 16 años.

El proyecto de Salave, situado en el municipio asturiano de Tapia de Casariego, se desarrolla sobre un yacimiento aurífero “de un tamaño y potencial económico significativos”, según los estudios de EMC. De acuerdo con ese análisis, la puesta en marcha y explotación del yacimiento supondrá la creación de entre 150 y 200 puestos de trabajo directos y más de 1.000 indirectos, y una inversión inicial de más de 100 millones de euros en la comarca de Tapia y en el occidente asturiano, según destacó la compañía, que aseguró que la mayor parte de los beneficios generados por un proyecto de estas características revertirán en la propia comunidad en diferentes vertientes como la importante creación de empleo directo e indirecto, la actividad económica auxiliar, la contribución impositiva, la prestación de servicios y colaboraciones complementarias.

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