La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La nueva Unicaja se estrena en bolsa con un ligero descenso

La entidad convocará de forma inminente la reunión del consejo para designar a Manuel Menéndez como consejero delegado

Fachada de Irma Collín

La nueva Unicaja Banco, ya con Liberbank totalmente integrada, comenzó a operar en el mercado continuo de la bolsa española con una caída del 0,9% en el precio de sus acciones. Los nuevos títulos de la entidad –más de un millón de ellos aportados por el banco de origen asturiano– cerraron la sesión con un valor de 0,769 euros, ligeramente por debajo del precio que habían alcanzado el viernes, cuando Unicaja y Liberbank sellaron de forma definitiva su unión con la entrega de las escrituras del acuerdo de unión en el registro de Málaga.

La entidad tiene pendiente convocar la primera reunión de su consejo, que se hará de forma inminente. Una reunión en la que se nombrará a Manuel Menéndez como nuevo consejero delegado del banco –por el momento es consejero ejecutivo– y que servirá para delimitar qué miembros de Liberbank se integran a las diferentes comisiones de Unicaja. Una especie de órganos de gobierno en los que se discuten cuestiones vitales para el funcionamiento diario de la entidad, y que están formada por una comisión de auditoría y cumplimiento normativo, otra de riesgos, otra de nombramientos, una más de retribuciones y, una última, de tecnología e innovación.

La nueva Unicaja ha acometido una ampliación de capital para poder integrar a Liberbank y mediante la cual puso hoy en circulación 1,07 millones de nuevas acciones en el mercado. Con esa maniobra, la entidad cuenta ahora con un capital social de 2.654,83 millones. La absorción de Liberbank por parte de Unicaja Banco da origen a un grupo financiero con casi 113.000 millones en activos totales y más de 4,5 millones de clientes. Cuenta con un 4,7% de cuota de mercado en depósitos, del 4,2% en créditos y del 3,3% en recursos fuera de balance. Se mantiene como entidad de referencia en seis comunidades autónomas (Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Asturias), y busca competir en otros mercados como Madrid.

Los primeros que han notado la integración han sido los clientes que durante estos últimos días han tenido que usar los cajeros automáticos. Sus posibilidades de sacar dinero sin tener que pagar comisiones se ha duplicado. Tanto que entre las dos entidades suman 2.688 cajeros, repartidos por casi toda España, pero especialmente en Asturias, las dos Castillas y Andalucía.

Ambas entidades comenzaron a negociar su fusión ya en 2018 y, aunque en mayo de 2019 decidieron interrumpir las conversaciones, las retomaron durante la pandemia. A lo largo de las últimas semanas, esta “boda bancaria” ha ido recibiendo el beneplácito de los organismos reguladores del país. El último escollo era el del propio Gobierno, que le dio el “sí” hace un par de semanas. No se preveía que nadie pusiera demasiados problemas a la unión. De hecho, el propio Banco de España lleva tiempo alentando estas concentraciones bancarias.

Compartir el artículo

stats