Solo un 4,5% de los contratos que firmaron los asturianos de menos de 30 años son indefinidos. Es decir, fijos y con una cierta estabilidad. Así lo señalan los últimos datos que maneja el Servicio Público de Empleo (SEPE) y que pone de manifiesto lo que los sindicatos y las organizaciones juveniles llevan un tiempo denunciando, que los jóvenes soportan unas elevadísimas tasas de temporalidad. Altísimas.
Esos datos, sostiene Álvaro Granda, presidente del Consejo de la Juventud de Asturias, ponen de manifiesto que los jóvenes “no están accediendo en condiciones óptimas al mercado laboral”.
Las cifras del SEPE señalan que durante los siete primeros meses del año los jóvenes asturianos –aquellos que tenían menos de 30 años– habían firmado 1.612 contratos indefinidos. Habían podido acceder a un buen puesto de trabajo, ya que este tipo de acuerdos laborales suelen identificarse con estabilidad. Sin embargo, durante el mismo periodo de tiempo, los jóvenes de la región rubricaron otros 35.351 contratos temporales. Esta cifra tiene cierto truco, ya que suele ser habitual que una misma persona pueda firmar varios contratos laborales a lo largo de ese periodo. Por eso, el número suele ser más abultado. No obstante, la diferencia es notable. Casi que gigantesca.
Granda señala que estos datos provocan que en Asturias “tengamos a toda una generación que no se va de casa hasta pasados los 30 años porque no puede, porque les es imposible”. Reconoce que la contratación –también entre los jóvenes– lleva un tiempo subiendo. Especialmente a lo largo de este verano y gracias al fuerte tirón del sector servicios, por el turismo. Dice Granda que la inmensa mayoría de esos contratos son temporales. Y los datos de los servicios de empleo le dan la razón. “Una vez que llegue septiembre u octubre esos contratos desaparecerán y volveremos a la situación de partida, a como estábamos hace unos meses”, apunta.
“Los jóvenes no están pudiendo acceder de manera óptima al mercado laboral”
A su juicio, los jóvenes asturianos no pueden acceder a la emancipación –abandonar el hogar materno– porque “suelen trabajar unos meses, para luego estar otra temporada en el paro. Y así continuamente”. Durante las últimas semanas, diversos sectores como el del metal o la industria, han protestado porque son incapaces de encontrar trabajadores para conseguir cubrir todas las ofertas de trabajo que tienen publicitadas y, especialmente, se quejan de que les es casi imposible atraer a los más jóvenes al sector. Sobre este asunto, Álvaro Granda asegura que el problema es que las condiciones que ofrecen estos sectores a los jóvenes no tienen la suficiente calidad.
Los últimos estudios realizados por el Consejo de la Juventud señalan que Asturias es una de las comunidades con una de las menores tasas de emancipación del país. Más en concreto, un informe de este organismo –con datos del segundo semestre del año pasado– señala que solo el 14,1% de los jóvenes asturianos vivían solos. Y eso que, también destaca el estudio, en comparación con el resto de comunidades el precio de la vivienda en la región es “mucho más económico”.
