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Arcelor, que produce al máximo en Asturias, ya prevé una demanda de acero igual en 2022

Los altos niveles de actividad se mantendrán con el tirón de la construcción y de las renovables, augura la multinacional siderúrgica

Baterías de coque, gasómetros y uno de los hornos altos de la factoría de Arcelor en Gijón. | Juan Plaza

2021 está siendo un año excepcional para ArcelorMittal en Europa. En primer lugar hay una alta demanda de acero por la recuperación económica tras pasar lo más duro de la pandemia, lo que hace que factorías de la multinacional como las de Asturias estén a pleno rendimiento, y en segundo lugar los precios del acero permanecen altos por la falta de stocks por el parón del pasado año. Como resultado, los beneficios se están disparando. Además, el buen comportamiento de las acciones de ArcelorMittal (en la Bolsa española se han revalorizado un 50% en lo que va de año) muestra la confianza de los inversores en el futuro de la compañía. Y desde la multinacional ya se empiezan a lanzar también mensajes de optimismo de cara al próximo año. Laurent Plasman, directivo de ArcelorMittal Europa Productos Planos, división en la que están encuadradas las plantas asturianas, apuntó que espera un “brillante” 2022.

“Puede parecer temprano para hacer predicciones para el próximo año, pero estoy seguro de que la dinámica frenética de 2021 se normalizará y que la demanda se mantendrá saludable en 2022”, señaló Plasman en una comunicación a los clientes de la compañía.

El directivo de ArcelorMittal apuntó que la reactivación económica tras el parón provocado por la epidemia generó un desequilibrio entre oferta y demanda y que en el caso de esta última, en lo referido al acero, engordó con el incremento del teletrabajo y el auge del comercio electrónico, que se tradujo en más demanda de electrodomésticos, más almacenes, más sistemas de estanterías...

Laurent Plasman apuntó que ArcelorMittal Europa “recuperó rápidamente” su capacidad productiva y que está consiguiendo que los niveles de servicio a sus clientes vuelvan a la normalidad. Esa normalidad también la espera de cara a 2022, año en el que prevé que la demanda de acero “se mantenga saludable”. Para sustentar esa predicción, destacó el impacto que pueden tener los programas de estímulo para combatir el impacto económico del covid-19 “que contribuirán gradualmente al crecimiento, sobre todo en los sectores de la construcción y las energías renovables”. Ese último sector puede ser clave para las plantas siderúrgicas asturianas, que producen chapa gruesa que se utiliza en los parques eólicos marinos y terrestres, y Magnelis, un acero con un recubrimiento metálico (una aleación compuesta por zinc, aluminio y magnesio) resistente a la corrosión que se utiliza para las estructuras de soporte de los paneles solares.

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