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Joel García Presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon)

“Recuperemos al aprendiz como medida de emergencia contra el paro juvenil”

“Hay empresas en Asturias que están haciendo obras con pérdidas por el encarecimiento de los materiales y están pensando en paralizarlas”

Joel García, en la sede de la Confederación Asturiana de la Construcción, en Oviedo. | Luisma Murias

La construcción ya es uno de los motores de la recuperación económica de Asturias. Además, durante los próximos años tendrá el combustible de los fondos europeos. Hay pista para el despegue. Sin embargo, la falta de personal cualificado en la región, el encarecimiento de los materiales de construcción y el “exceso” de burocracia son lastres que pueden dificultar el vuelo. Lo afirma el valdesano Joel García Fernández (Muñás, 1980), que pilota la empresa CGS Asfaltos y Obra Civil y que desde hace más de tres años está a los mandos de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon).

–¿La construcción en Asturias ya superó la crisis del coronavirus?

–Estamos en un momento de crecimiento. En el sector tenemos contratadas, directamente, 400 personas más que antes de la pandemia y todo indica que vamos a seguir creciendo. Los expertos de Hispalink apuntan que un 8% este año.

–Los planes de rehabilitación de vivienda previstos y todas las obras vinculadas a los fondos europeos, ¿son las grandes oportunidades para el sector?

–La rehabilitación es un importante nicho de mercado en Asturias. En los últimos años tanto las empresas como el Principado lo han hecho bien y ahora, con las nuevas ayudas, hay posibilidades de ampliar ese mercado.

–El despliegue de renovables también puede ayudar al sector.

–Desde luego. En los cursos que impartimos en la Fundación Laboral de la Construcción, los que tienen más nivel de contratación al término de la formación son los vinculados a las renovables. Más del 40% de los alumnos salen con trabajo.

–¿Hay riesgo de que las oportunidades de crecimiento del sector no se aprovechen por la falta de personal cualificado?

–Espero que no, pero hay preocupación. No sé si seremos capaces de movilizar a los desempleados para que, lo más pronto que puedan, intenten reengancharse al circuito laboral formándose para que trabajen en la construcción. Debemos contrarrestar la falta de personal con la mayor brevedad posible.

–¿Cómo?

–Hay que implementar alguna medida de emergencia respecto al paro juvenil, como recuperar la figura del aprendiz. En el convenio de la construcción esa figura sólo se contempla para los jóvenes de 16 y 17 años y de esa edad no encuentras a nadie. Si embargo de 18 a 22 años sí hay gente que está parada y que quiere trabajar en el sector. Lo que pasa es que tienen un coste muy elevado para las empresas porque entrarían como peones a pesar de que no desarrollarían su trabajo. En realidad harían el de aprendiz porque tienen experiencia cero. Ampliemos la figura del aprendiz y combatiremos el desempleo juvenil. Tenemos que sentarnos con los sindicatos para tratar el tema de cara al convenio.

–¿La alternativa no es la FP dual?

–No lo sé. En el sector toda la vida funcionó el aprendizaje junto al oficial. Es cierto que la figura del aprendiz se quitó porque había empresas que abusaban de ella, pero con las limitaciones necesarias es muy válida y podría combinarse con asistencia a los cursos de la Fundación Laboral de la Construcción.

–¿Cuántas personas se necesitarán en la construcción en Asturias en los próximos años?

–Para eso deberíamos saber la cantidad de inversión prevista. Pero sí conocemos los planes de descarbonización de la UE hasta 2050 y hablan de rehabilitar 35 millones de edificios en Europa antes de 2030, lo que generaría unos 160.000 puestos de trabajo más en la construcción. No me atrevo a extrapolarlo a Asturias, pero sí se puede decir que habrá mucho trabajo y durante muchos años.

–Los sindicatos afirman que los jóvenes no quieren ir a la construcción por la temporalidad...

–Con esos planes europeos habrá estabilidad en el empleo. De todas formas, no se puede pedir estabilidad en el empleo cuando no sales con la patronal a pedir inversión. Si queremos empleo estable hay que pedir inversión estable. No se pueden tener dientes de sierra, hay que marcar un mínimo de inversión anual en el presupuesto general del Principado para poder adaptarnos todos. No es de recibo pasar de invertir 500 millones a cero como pasó en 2010. Debe haber inversión estable y licitación acorde a los precios de mercado.

–En el paro hay trabajadores de la construcción de más 50 años. ¿No les sirven?

–Claro que sí. Yo creo firmemente en la experiencia.

–¿Qué perfiles buscan?

–Lo más problemático ahora es encontrar gente para la construcción tradicional: encofradores, albañiles, montadores de pladur, fontaneros, electricistas...

–No requieren una formación avanzada.

–Bueno. Están surgiendo nuevos oficios vinculados a la domótica o a la energía solar que sí la requieren. Y si me apura, incluso el “big data” en unos años será importante en la construcción para hacer viviendas más inteligentes.

–Hay una importante carestía de los materiales. ¿Cómo afecta a la construcción en Asturias?

–Hay mucha preocupación. Hay materiales como el acero que han subido el 38% y los plásticos el 19%. Se habla de que en los últimos seis meses el encarecimiento general de los materiales de construcción ha sido de entre el 12 y el 13%. Eso hace que las obras que estás cogidas hace ocho o diez meses tengan hoy grandes dificultades, que alguna incluso se esté haciendo con pérdidas y que haya empresas que estén pensando en no continuar con la obra o paralizarla hasta que esto mejore.

–¿Conoce casos de paralizaciones de obras en Asturias por ese motivo?

–No conozco ninguno, lo que sí veo es que en las licitaciones las empresas están siendo mucho más moderadas en las bajas y que cada vez son menos las que licitan obra porque no se pueden hacer.

–¿Qué quiere decir?

–Que es muy farragosa. Lo que no entiendo es que es una queja extendida tanto por la parte privada como por la Administración y nadie legisla para cambiarla. Es sorprendente. La problemática que tienen las empresas la tienen los alcaldes, las consejerías y los ministerios. Tardan meses en licitar una obra y nadie pone solución.

–Desde su Confederación han declarado la guerra al exceso de burocracia. ¿Es una batalla perdida?

–No se mejora porque si no nos atrancamos con una Ley autonómica nos atrancamos con una Ley estatal. Si queremos reducir la burocracia hay que reducir leyes y eso sólo lo pueden hacer los parlamentos. Si no queremos perder fondos europeos, que vuelvan a la UE sin haberlos gastado, eso es imprescindible.

–¿Y qué propone para que no se pierdan esos fondos?

–Buscar un mecanismo de licitación parecido al que se usó en el plan “E” de Zapatero. Habría que mejorarlo, para que no tuviera los fallos que se detectaron entonces, pero permitiría adjudicar las obras vinculadas a los fondos europeos en un mes. Y el mismo plazo para las licencias y las licitaciones. No se puede estar ocho meses o más para adjudicar una obra.

–¿Se ha avanzado algo con el tema de la agilización de licencias?

–Se ha mejorado en el Ayuntamiento de Oviedo, hay otros que no funcionan mal y otros que lo están intentando. El paso más importante que se dio en la reducción de burocracia con respecto a las licencias fue que Cultura y Patrimonio dejen de intervenir en todo lo que ocurre en Asturias. La Consejería hizo una buena labor para que las licencias no anden de un lado para otro. Por ejemplo, ahora el arquitecto municipal, el aparejador o el ingeniero que corresponda, que conoce las limitaciones del Camino de Santiago, debe de hacerlas cumplir para que la Consejería se desatasque. Antes todos los ayuntamientos mandaban a Cultura hasta las obras de retejado de un hórreo. Eso es un avance, como también lo del Ayuntamiento de Oviedo, pero desgraciadamente no hay más.

–Se está redactando la nueva Ley de Ordenación Integral de Asturias (Loita).

–Habrá que verla.

–¿Coge ritmo la construcción de viviendas en Asturias ?

–Permanece estable. En el primer semestre del año se iniciaron 1.006 viviendas, que es un 3% menos que en 2020. Con estas cifras se pueden mantener los sectores asturianos de la promoción y la construcción estables. No hay problemas de financiación bancaria y hay normalidad en las ventas.

–¿Qué ha cambiado con la pandemia en la construcción residencial?

–Por lo que conozco de las inmobiliarias hay más búsqueda de vivienda unifamiliar en los pueblos, fuera de las ciudades, y los promotores se han adaptado muy rápido a esa demanda de nueva tipología de vivienda más amplia y con espacios para estar al aire libre. La edificación en planta ha bajado un 20% porque se demanda más unifamiliar, que creció un 64% en el primer semestre del año. Ha habido un trasvase.

–Para esa nueva demanda de vivienda unifamiliar, ¿se necesitarán adaptar los planes de ordenación urbana de los ayuntamientos?

–Debe de ser una prioridad. Debe de haber seguridad jurídica que te permita hacer inversiones inmobiliarias sabiendo a lo que te atienes. Hay unos cuantos ayuntamientos que no disponen de esos planes generales.

–Llanes, uno de los municipios más atractivos para la construcción, lleva una década de retraso en la revisión de su plan general de ordenación urbana.

–Llanes tiene un potencial inmobiliario único en Asturias. Es una capital turística y nosotros estamos en contacto con el ayuntamiento y creo que en breve tendremos plan en Llanes.

–¿Que infraestructuras deben de ser prioritarias para Asturias?

–Sin lugar a dudas el AVE. La transformación y modernización de Asturias debe de venir por esa línea ferroviaria de alta velocidad. Creo además que conectar el puerto de El Musel con el AVE y con la ZALIA va ser algo que nos va a diferenciar dentro de Europa.

–¿Por qué?

–No hay tantos sitios en los que se junten muchos metros disponibles de suelo industrial, tren de alta velocidad y un puerto con el calado que tiene El Musel.

–Y en carreteras. ¿Cual es la prioridad?

–Con la llegada de Amazon, con más sentido, hay que reclamar la autovía a Ponferrada porque el centro logístico del norte de Portugal estará en el polígono de Bobes. Además, así evitaremos también parte de ese despoblamiento que está sufriendo el Suroccidente asturiano.

–Ha dicho en más de una ocasión que el “todo gratis” no es sostenible en el mantenimiento de las infraestructuras. Sin embargo, en el caso de las autopistas, en vez de ponerse peajes se quitan.

–Se eliminan en muchas comunidades autónomas para ponerlos en toda España. A ver cuando nos quitan el del Huerna y así cuando los pongan en toda España estaremos en igualdad.

–¿Por qué está tan convencido de que habrá peajes?

–Las dos grandes reformas que España mandó a Europa para recibir fondos europeos fueron la reforma de las pensiones y el modelo de pago por uso de las autovías. Y como va a ser una realidad, que nos quiten el peaje del Huerna ya.

–¿Pero defiende el pago por uso general?

–Es que lo van a poner, es una realidad. Si España no lo lleva a cabo no obtendrán los fondos europeos que faltan por recibir.

–Finaliza mandato como presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción en julio de 2022. ¿Tiene intención de seguir?

–No lo sé. Es pronto para decidirlo. Ahora lo prioritario es ayudar a sacar a flote a todas las empresas de la casa. Lo otro no toca. Aunque echo de menos Muñás... (risas).

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