Un parque eólico marino flotante y semisumergible de 50 megavatios de potencia que pueda suministrar energía a unos 80.000 hogares asturianos. Este es el proyecto que EDP Renovables, filial de EDP, ansía poder desarrollar en Asturias. Se trataría de un parque similar al que puso en marcha hace un año a 18 kilómetros de la costa de Portugal, en Viana do Castelo, aunque con una tecnología más avanzada y de mayores dimensiones, según explicó ayer José Pinheiro, director del proyecto luso Windfloat Atlantic. Un éxito del primer parque de estas características que se instala y produce a nivel mundial. El objetivo ahora es llevarlo a escala industrial y expandir este modelo en otros países. En España, se está pendiente de la regulación que debe realizar el Gobierno central para subastas de capacidad eólica marina. El proyecto de parque eólico “offshore” para Asturias es viable dentro de los proyectos impulsados por los fondos de recuperación (Next Generation) de la Unión Europea
Windfloat Atlantic ya está vinculado a Asturias. Una de las tres plataformas en las que se alzan las imponentes torres eólicas frente a Viana do Castelo fue construida por la empresa avilesina Windar Renovables junto a su socio Navantia. El proyecto pertenece al consorcio Windplus, cuyo principal accionista es EDP Renovables con el 54,4%, seguido de la francesa Engie (25%), Repsol (19,4%) y Principle Power (1,2%).
El barco que transporta al personal que realiza las labores de mantenimiento del parque eólico tarda entre 30 y 35 minutos en recorrer la distancia que separa el puerto de Viana do Castelo de las plataformas a una velocidad de 22 nudos, unos 33 kilómetros por hora. Los delfines acompañan a la embarcación durante parte del recorrido. A una distancia relativamente cercana, algún pequeño barco pesquero está en plena faena.
Las tres turbinas eólicas que conforman el parque están montadas sobre plataformas flotantes ancladas al lecho marino mediante cadenas. Según los datos técnicos, la estructura de la plataforma flotante, con una altura de 30 metros y una distancia de 50 metros entre cada columna, permite utilizar las turbinas eólicas más grandes del mundo instaladas en una superficie flotante (8,4 megavatios cada una).
Las tres plataformas están conectadas entre sí con cables submarinos y de una de ellas sale el que conduce la electricidad generada hasta una subestación en tierra. El complejo tiene una capacidad instalada de 25 megavatios, que es el equivalente a la energía que pueden consumir 60.000 hogares durante un año, y evita la emisión de 33.000 toneladas de CO2. En su primer año operativo ha alcanzado 3.800 horas de producción y 75 gigavatios horas.
“El proyecto ha tenido un rendimiento muy por encima de lo esperado. Ha registrado altos niveles de disponibilidad y una producción que ha superado las expectativas durante muchos meses. Este proyecto ha marcado un antes y un después en la industria de la energía eólica marina por la tecnología empleada y por haber conseguido ser el primer parque flotante y semisumergible del mundo”, explicó José Pinheiro.
Estos resultados ya permiten avanzar hacia una fase comercial y de expansión por el mundo. EDP Revonables tiene en el radar al sur de Europa y la costa oeste de Estados Unidos, entre otros destinos.
Ya se está trabajando en Francia y hay interés por instalar parques similares en Grecia, Italia y por supuesto España, donde hay varias áreas en las que las condiciones del viento son muy favorables, entre ellas Asturias. “La tecnología para la energía eólica marina está avanzando muy rápido y es muy probable que si conseguimos sacar adelante el proyecto en Asturias sea con una nueva generación, más moderna, con turbinas más potentes. Y también será un parque de mayores dimensiones que el de Portugal”, señaló el jefe del proyecto luso.
EDP Renovables se ha puesto en marcha con su parque tecnológico en aquellos países donde los gobiernos ya desarrollan subastas para la asignación de capacidad de parques eólicos marinos con tarifas generalizas.
