La Comisión Europea (CE), junto con las autoridades de protección de consumidores de la Unión Europea (UE), instó ayer a la empresa de automóviles Volkswagen a que compense “a todos los consumidores de la UE, también a los que residen fuera de Alemania”, por la manipulación de los motores diésel y el engaño a los compradores en el conocido como caso “dieselgate“. Las autoridades europeas consideran que las prácticas comerciales de Volkswagen infringieron la legislación comunitaria de protección de los consumidores por la comercialización de vehículos equipados con “sistemas ilegales”.