Las compañías EDP, Endesa y Magtel plantean la construcción de hasta seis grandes balsas en el Occidente de Asturias para bombear hacia ellas agua de pantanos existentes y generar energía renovable con los retornos. Las balsas tienen una capacidad de entre 4 y 6,5 hectómetros cúbicos (hm3). En todos los casos son superiores, por ejemplo, a la capacidad del embalse de Rioseco, en Sobrescobio, que con sus 4 hm3 abastece de agua potable al centro de Asturias.
Los seis proyectos están en diferentes fases de tramitación ambiental. Dos de ellos aprovechan la actual presa de La Barca (Tineo); otros dos la de Salime (Grandas de Salime, Allande y Pesoz) y el resto las de Arbón (Illano) y Doiras (Boal). En todos esos planes se incluye la construcción de nuevas grandes balsas de agua en cotas superiores a los pantanos, tuberías de conexión de varios kilómetros y la instalación de centrales hidroeléctricas subterráneas reversibles para bombear agua entre los depósitos cuando el precio de la electricidad es más barato (ahora por las noches) y turbinar en las horas punta dejando caer el agua por gravedad. Los circuitos actuarán como grandes almacenes energéticos que permitirán gestionar renovables y salvar la intermitencia de las tecnologías solar y eólica.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética señala que “se promoverán centrales hidroeléctricas reversibles” para alcanzar los objetivos de descarbonización y la Estrategia de Almacenamiento Energético plantea pasar de una potencia actual de almacenamiento de 8,3 gigavatios (aportados en su mayor parte por bombeos) a 20 GW en 2030 y a 30 GW en 2050. Los sistemas de bombeo hidráulico será claves y las compañías energéticas han puesto el punto de mira en Asturias, donde hay abundancia de agua, pantanos de los que obtener nuevos aprovechamientos y una orografía que facilita los trasvases de agua a diferentes alturas para aprovechar la gravedad. Así, han surgido grandes proyectos que están en diferentes fases de tramitación en el Ministerio para la Transición Ecológica.
Magtel. Esta compañía cordobesa especializada en el desarrollo de infraestructuras de generación renovable proyecta cuatro centrales reversibles de bombeo en los embalses de Doiras (con una potencia eléctrica instalada de 400 MW), Salime (400 MW), La Barca (300 MW) y Arbón (200 MW). Por ejemplo, en el proyecto de Doiras, uno de los de más potencia, se prevé construir en Illano una balsa de 5,44 hm3 (que ocupará más de 40 hectáreas de terreno) a una cota superior a la del actual pantano, con el que estará conectado por medio de una tubería de 2,4 kilómetros. En Arbón, donde se prevé la central de menor potencia, la nueva balsa tendrá una capacidad de 5,35 hm3 y ocupará 39,9 hectáreas.
Saltos del Navia. Los proyectos de centrales de bombeo de Magtel se quedan pequeños al lado del que maneja Saltos del Navia –empresa participada a partes iguales por EDP y Endesa– para el embalse de Salime. La central de bombeo tendrá una potencia de 800 MW (casi como los ciclos combinados de gas de Soto de Ribera) y la nueva balsa (que se ubicará cerca de Buspol, en el monte Os Pozos de Grandas de Salime) tendrá una capacidad de 6,48 hm3 y estará conectada con el pantano con unas tuberías de más de dos kilómetros.
EDP. Esta compañía, principal generador de energía hidráulica de Asturias, pretende construir en solitario una nueva central hidroeléctrica reversible en el río Narcea que aprovechará parte de las instalaciones de la presa de La Barca, que son de su titularidad. El proyecto incluye la construcción de una nueva balsa en las colinas de La Curiscada, en Tineo, con una capacidad de 4,5 hm3 y que ocupará una superficie de 24 hectáreas. Entre el embalse de La Barca y el nuevo se construirá un circuito hidráulico subterráneo de 5,4 kilómetros que incluirá una central hidroeléctrica excavada en una caverna con 453,2 MW.
