La querella criminal presentada el año pasado por la anterior dirección de Duro Felguera contra el expresidente y ex consejero delegado Ángel del Valle ha sido definitivamente inadmitida a trámite según un auto dictado por la Audiencia Provincial de Asturias. La decisión judicial se produjo el 18 de marzo pero no fue conocida hasta que ahora la ingeniería gijonesa ha incluido esta incidencia en un documento amplio remitido al órgano regulador del mercado bursátil con los informes financieros y de auditoría semestrales.
Duro Felguera, que estaba aún bajo la dirección del entonces consejero delegado José María Orihuela, presentó una querella criminal contra Del Valle en marzo de 2020 “como resultado”, dijo entonces la sociedad, “de un proceso de investigación interna y a la luz de los informes al respecto de un despacho de abogados de reconocido prestigio”, en el que se consideraron “indicios de posibles actuaciones que pudieran tener consecuencias en el ámbito del Derecho Penal”.
La empresa invocó entonces supuestos delitos de administración desleal y apropiación indebida, aunque en sus comunicaciones públicas no se precisaron los hechos o decisiones en los que se fundamentó la acción judicial.
La querella fue admitida a trámite por un juzgado de lo Penal de Gijón el 11 de junio de 2020, pero la defensa de Ángel del Valle recurrió la decisión, mientras que la representación procesal de Duro Felguera se opuso a la pretensión de su expresidente y ex consejero delegado.
El auto de la Audiencia de Asturias cierra el proceso y la querella ha quedado rechazada.
Ángel Antonio del Valle Suárez (1963) es miembro de la familia que desde 2005 fue el mayor grupo propietario de Duro Felguera, de cuyo accionariado llegó a tener el 24,451% hasta la ampliación de capital de 2018 que diluyó su posición en el 90%.
Del Valle fue consejero de Duro desde 2003, responsable de adquisiciones e inversiones y con funciones ejecutivas desde septiembre de 2007, consejero delegado desde mayo de 2008 y presidente ejecutivo desde 2011.
En el trienio final de su gestión (2015-2017) la compañía acumuló pérdidas por valor de 341,58 millones, lo que situó a la sociedad en causa de disolución. El entonces presidente atribuyó el deterioro económico de ese periodo a una “tormenta perfecta”.
