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Las empresas preparan compras masivas de electricidad para sortear las subidas

La patronal a la que pertenecen Arcelor y Asturiana de Zinc maniobra para lanzar sus propias “macrosubastas” de energías renovables

Torre de electricidad Ángel González

La gran industria lleva alertando durante años de que los altos precios de la electricidad en España representan un golpe para su rentabilidad y que así tiene difícil competir con las compañías de otros países europeos. Una situación que se ha agravado por la espiral de subidas de la electricidad de los últimos meses. Grandes grupos industriales se están movilizando para impulsar una compra masiva de electricidad renovable a un precio fijo durante años para sortear las subidas de la luz y rebajar su factura energética, que para algunas compañías representa el 50% de sus costes de producción.

La Asociación Española de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE), a la que pertenecen las plantas asturianas de ArcelorMittal y de Asturiana de Zinc (Azsa), maniobra para poner en marcha macrosubastas de energía renovable para asegurarse una parte sustancial del suministro eléctrico que requieren para su actividad (entre el 40% y el 50% del total a medio plazo) y hacerlo a un precio estable durante un largo periodo (entre 10 y 12 años), según confirma el director general de la asociación, Fernando Soto.

La citada patronal ha iniciado contactos con patronales del sector energético y con grandes compañías de energías renovables para poner en marcha su propio sistema de subastas al margen de las que organiza el Gobierno y que estarán reservadas a cualquier consumidor electrointensivo.

La aspiración de la industria es celebrar la primera puja en el primer trimestre de 2022 y sellar acuerdos con instalaciones renovables con una potencia de al menos 2.000 megavatios.

AEGE cuenta con el beneplácito del Gobierno para la operación, que pasa por convocar a productores de eólica y de fotovoltaica para que presenten sus ofertas de venta de electricidad a un precio fijo. Luego las industrias y las eléctricas sellarían acuerdos bilaterales. El objetivo de las compañías es que estos contratos cuenten con el aval del Estado a través del fondo de garantía para la industria electrointensiva, ya creado.

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