El concurso de la empresa farmacéutica Asturpharma, que fue fabricante de fármacos (fundamente, genéricos) en el polígono de Silvota y entró en crisis en 2009, ha sido declarado “culpable” por el juzgado mercantil número 1 de Oviedo, que ha impuesto la inhabilitación durante siete años de cuatro miembros de la sociedad. Las personas afectadas por la calificación son el primer presidente y consejero delegado de la sociedad, Gerardo Ubaldo Arias Aguilar, y los integrantes de la compañía Concepción Anchuelo Mínguez, Gerardo Horacio Roldán Arias y el último presidente de la sociedad, José Antonio del Pino Martínez.
El juez ha aprobado el plan de liquidación presentado por la administración concursal.
Asturpharma nació en 1985 por iniciativa de una inversor argentino de ascendencia asturiana, Gerardo Arias, y surgió a resultas de la reorganización de Laboratorios Abelló. Entre 1985 y 1993 la compañía estuvo participada por la Sociedad Regional de Promoción (SRP). Su participación fue recomprada por el accionista privado
Asturpharma produjo en Silvota antibióticos, derivados penicilánicos, cardiovasculares, antineoplásicos, antiartríticos y otros medicamentos con 120 empleos, amén de otros 20 en sus oficinas de Boadilla del Monte (Madrid). En 2004 facturaba 24 millones y desde 2003 mantuvo conversaciones para implantar otro centro fabril en las comarcas mineras dedicado a la producción de principios activos.
En 2006 el grupo, a través de su sociedad matriz (Apotecnia), adquirió a los laboratorios italianos Recordati un centro de producción en Zeneta (Murcia), con 51 empleos. Cuando se produjo la suspensión de pagos, en 2009, en plena crisis financiera, la compañía llevaba ocho años exportando a Estados Unidos y tres a varios países europeos. Las ventas en el exterior suponían entonces el 58% del volumen de negocio, que ascendió en 2008 a cerca de 11 millones. Entonces declaró un beneficio de 1,6 millones. La compañía era proveedora de multinacionales farmacéuticas como Sandoz y Pfizer.
