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Entrevista

Unai Sordo: "Si la reforma laboral no toca el despido quedará coja"

El secretario general de CCOO ve en el aval de Sánchez a Calviño en la reforma laboral un "menosprecio" a Yolanda Díaz y a los agentes sociales

Unai Sordo. David Castro

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, resultará reelegido para el cargo este sábado, en el marco del 12º Congreso del principal sindicato del país. Después de un primer mandato (desde 2017) marcado por el cambio de ciclo político y la pandemia, para los próximos cuatro años espera contribuir a "dar carpetazo" a las viejas reformas de la austeridad. De momento, lo que tiene por delante son 10 semanas para negociar a contrarreloj sobre reforma laboral, pensiones y salario mínimo, y no sin sobresaltos. Este viernes, la noticia es que la vicepresidenta Nadia Calviño asume el control de la negociación de la nueva reforma laboral -por encima de los trabajos que ya había encarrilado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz- y que el presidente Sánchez la respalda, pese al malestar de Unidas Podemos. El líder sindical ve en este giro "un menosprecio" al diálogo social.

Después de un primer mandato marcado por el cambio del ciclo político y la pandemia, ¿Cuál espera que sea la impronta que marcara los próximos cuatro años?

Dar carpetazo a las reformas de la austeridad, particularmente la reforma laboral, y que reforzar los índices de afiliación, representación y penetración en las empresas de CCOO. El gran reto de país ahora es configurar un nuevo contrato social para el siglo XXI, desde una transformación del modelo productivo español. Ahí CCOO tiene mucho que decir.

Ahora lo que tenemos por delante son 10 semanas de vértigo, con tres negociaciones de gran calado: la reforma laboral, la de las pensiones y el salario mínimo del 2022. ¿Se negocia mejor contrarreloj?

No es bueno negociar a contrarreloj, sobre todo cuestiones tan complejas como la reforma laboral. No es solo la derogación de la reforma anterior, sino poner en pie un modelo de relaciones laborales distinto. O la de la reforma de las pensiones. Todo ello requiere de tiempo, propuestas y, llegado el caso, de movilización. Lo que ocurre es que a veces las negociaciones se demoran porque no se llegan a acuerdos y se siguen apurando las posibilidades de acuerdo. Es bueno tomarse las cosas con tiempo, no tratar de ralentizar los ritmos de la negociación y no vernos apurados a finales de año.

¿Hay tiempo para cerrar acuerdos?

Sí, pero la materia es compleja y los intereses muy divergentes.

¿Están aún en un 'momento preliminar', como dijo la vicepresidente Calviño en la inauguración del 12º Congreso de CCOO ?

No, es muy sorprendente que ahora se plantee que estamos empezando una negociación que ha estado dos veces a punto de concluir con un acuerdo. Una en el mes de febrero antes de la pandemia. No sé si hubiéramos llegado a un acuerdo pero estaba muy avanzada. Y en la anterior legislatura, siendo ministra de Trabajo Magdalena Valerio, prácticamente hubo un texto cerrado en materia de reforma de la negociación colectiva y de algunas materias de contratación. Plantear que estamos en una fase inicial de las negociaciones simplemente es faltar a la verdad.

¿Calviño ha enviado una carta a los ministerios asumiendo el liderazgo de las negociaciones para la reforma laboral. Sánchez la ha avalado. ¿Cree que eso desautoriza el contenido que han negociado hasta ahora con Yolanda Díaz?

En CCOO interpretamos que las posiciones que el Gobierno lleva a las mesas de negociación son posiciones colegiadas y que representan a todo el Gobierno. Pensar otra cosa sería restar toda la fiabilidad al diálogo social. Y entendemos que si el Gobierno o el presidente del Gobierno cuestiona lo que hasta ahora venimos negociando en materia de reforma laboral no es que esté deslegitimando a la ministra de Trabajo, está deslegitimando a los agentes sociales que estamos negociando contenidos, que, no olvidemos, no vienen de ahora. Nos parece que es un verdadero menosprecio al espacio del diálogo social plantear cualquier tipo de revisión o cuestionamiento de aquellas materias que veníamos negociando.

"Si Sánchez cuestiona lo que hasta ahora venimos negociando, no deslegitima a la ministra de Trabajo, deslegitima a los agentes sociales"

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¿Hay un riesgo de que el texto que acaben pactando o no luego tenga dificultades para asentarse en el conjunto del Gobierno?

No, espero que no. Lógicamente porque estas negociaciones avanzan en una mesa y luego se van a poner en común dentro del propio Gobierno. No son negociaciones secretas. Hay que dejarse de tantas idas y venidas y decirle a la gente claramente que este Gobierno va a derogar la reforma laboral para sustituirla por un modelo de relaciones laborales mucho más moderno, mucho más europeo y mucho más del siglo XXI. Y si no va a haber un proceso de movilización intensa por parte de los sindicatos.

Dos de los temas que generan divergencias son el de la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa y la ultraactividad. ¿La oposición es económica o ideológica?

Puramente ideológica, si es que hay oposición. No lo puedo entender de otra manera. La prevalencia del convenio de empresa, que es tanto como decir que los convenios de empresa pueden reducir los salarios de los convenios sectoriales, es una propuesta que no ha servido a los empresarios. Lo han utilizado las empresas multiservicios y de logística para generar situaciones de explotación. Este Gobierno no puede hacerse corresponsable de unas medidas para devaluar salarios y explotar trabajadores. Oponerse a eso es una posición absolutamente ideológica de derechas y nadie medianamente solvente en el Gobierno puede sostenerla. El debate no es convenio de empresa sí; o convenio de empresa, no. Cuantos más convenios de empresa haya, mejor. Lo que estamos diciendo es que los convenios de empresa no pueden reducir sin causa económica los salarios de los convenios sectoriales. Esto es lo que está en juego.

Otra reforma troncal es la de la temporalidad. ¿El Gobierno les ha trasladado que si no se aprueba dicha reforma y se baja drásticamente la temporalidad esto obstaculizará la llegada de los fondos europeos?

Estoy convencido que no, pero también estoy convencido de que todos compartimos que hay que bajar la temporalidad. Otra cuestión es cómo. Europa lleva mucho tiempo sugiriéndole a España que reduzca la dualidad laboral. Nosotros decimos que para reducir la dualidad no hay que tener un contrato único, como en su momento se decía, sino lo que hay que hacer es restringir seriamente los contratos temporales. Por la vía de endurecer las penalizaciones para desincentivar su uso futuro. Y, a cambio, habilitar alguna fórmula de adaptación de las jornadas, para que cuando haya problemas, en vez de recurrir al despido se recurra a estas fórmulas de flexibilidad interna. Por ejemplo, lo que se ha hecho con los ertes.

"La cuestión no es si pasan o no de ese 15%, es si hay causa real para ese contrato temporal"

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¿La propuesta de limitar al 15% la contratación temporal sería eficaz? ¿Sería capaz el Gobierno de hacerla cumplir?

Creo que es realista, pero no creo que sea la vía principal para reducir la temporalidad. Hay grandes empresas en este país que tienen tasas de temporalidad bastante por debajo del 15% y tampoco sería bueno que la incrementaran. Y habrá empresas de siete trabajadores que si un día contratan a dos ya pasan de ese 15%. La cuestión no es si pasan o no de ese 15%, es si hay causa real para ese contrato temporal. La fórmula del porcentaje se puede ver, pero no se si es la más idónea. Se tienen que hacer más cosas.

Una de las cuestiones que no está encima de la mesa es el despido, ¿correcto?

Hay una resistencia en el Gobierno a hablar del despido y deberíamos hablar del despido. En España hay que recuperar algún tipo de control y evaluación sobre las causas de los despidos, por ejemplo, colectivos. Porque el hecho de haber perdido la autorización administrativa es un incentivo a la utilización de los mismos. En Francia cuando las empresas quieren hacer despidos masivos tienen que poner encima de la mesa planes sociales alternativos. Aquí necesitamos alguna actuación en ese terreno. Si no es un desincentivo para que las empresas deslocalicen. Y si se quiere que las empresas recurran a adaptaciones de jornada creo que es bueno dificultar el despido, sea por la vía del encarecimiento o por otras.

"Hay una resistencia en el Gobierno a hablar del despido y deberíamos hablar del despido"

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¿Será ineficiente la reforma si no se toca el despido?

Creo que quedaría coja. Es verdad que si se toman medidas serias sobre la contratación temporal y el mecanismo de flexibilidad interna, la reforma podría funcionar. Pero si no se restringe el recurso al despido seguramente se quedaría coja.

Unai Sordo. David Castro

La otra reforma de calado que tienen encima de la mesa es la de las pensiones. ¿Cómo debería ser un mecanismo que intentara favorecer el acceso de las siguientes generaciones a unas pensiones dignas?

El mecanismo de equidad intergeneracional, como el conjunto de medidas que tomemos en materia de pensiones, tienen que tener una variable clarísima en la cabeza. Como va a haber más pensionistas que van a cobrar pensiones durante más años y de mayor cuantía, el gasto se va a incrementar. Y hay que decidir cómo se aborda esa realidad. El PP decidió que los pensionistas cobraran menos pensión. Nosotros decimos que hay que incrementar los ingresos. La cuestión es cómo financiamos todo esto. Se puede hablar de ingresos desde los Presupuestos Generales del Estado, de incrementos temporales de las cotizaciones sociales, de mejoras del salario mínimo, de destopes de las bases máximas… hay una pluralidad de actuaciones que no hay que hacerlas todas hoy.

Tras el primer pacto que alcanzaron con el Gobierno sobre pensiones ha habido manifestaciones de pensionistas en las calles contra esas reformas. ¿Son comprensibles sus demandas?

Son comprensibles y la reivindicación de pensiones más dignas la tiene CCOO. Otra cosa es que las cosas se tienen que situar en sus justos términos. En España se han derogado los aspectos más lesivos de la reforma del 2013. Y he oído declaraciones que dicen que eso no se ha derogado, lo que no es cierto. Y también hay reivindicaciones de una auditoría de las cuentas de la Seguridad Social. Un mensaje que hay que medir, porque una cosa es discrepar como se ha empleado el fondo de reserva y otra cosa es dar a entender que ese fondo se ha utilizado para cosas distintas que para pagar pensiones; lo que tampoco es cierto. ¿Qué piensa un chaval de 25 años cuando oye eso? Pues seguramente pierde credibilidad en el sistema de pensiones.

"El Gobierno puede para sacar la reforma de las pensiones sin acordarla con nosotros, pero eso requiere de apoyos en el Congreso"

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¿Es asumible para ustedes la primera propuesta de fondo público complementario de pensiones?

Es un planteamiento que se ha enunciado como una especie de caja vacía. Se ha hablado de un fondo para sufragar un plan de pensiones complementario, pero no se ha explicado cómo se va a sufragar. Si se va a derivar a la negociación colectiva, como existe en los planes de empleo actuales de las grandes empresas o en territorios como Euskadi, o qué se va a hacer. Ahora mismo es un planteamiento absolutamente voluntarista y no bien definido.

Unai Sordo. David Castro

Antes de acabar el año tienen que volver a negociar otra subida del salario mínimo. ¿Tienen el compromiso verbal –porque por escrito no lo tienen- del Gobierno de llegar a los 1.000 euros en el 2022?

Si alguien lee el documento que recoge el pacto de la anterior subida existe ese compromiso. Cuando hace cuac-cuac, nada como un pato y vuela como un pato, suele ser un pato. Y cuando hemos dicho que en el 2022 habrá una subida del salario mínimo y hemos aludido a la senda marcada por la comisión de expertos, que dicta llegar a los 996 euros en el 2022… A nadie se le escapa que en ese documento se apunta a la subida de los 1.000 euros. No se cerró taxativamente el texto porque hay que abrir un periodo de consultas, tal como marca la ley. El compromiso tácito está ahí y si el Gobierno no cumple los sindicatos lo haremos saber.

"La patronal ya pactó con nosotros los 1.000 euros por convenio. Sería una incongruencia enorme que ahora se opusiera a esta subida del SMI"

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¿Cree que la patronal volverá a descolgarse?

No es descartable, pero creo que la patronal tiene un interés objetivo de negociar ese incremento. Y es pensando en la subida del 2023, cuando tenemos que llegar al 60% del salario medio. El interés está garantizado, el acuerdo ya no lo sé. Nosotros en junio pactamos con CEOE llegar al 2020 con un salario mínimo por convenio de 1.000 euros. Sería una incongruencia enorme que ahora la patronal se opusiera a esta subida. 

En relación a la negociación de convenios, ¿Cuánto deberían subir los sueldos el año que viene?

La propuesta tiene que ser recuperar poder adquisitivo. Subir salarios es una de las claves para que en nuestro país se mantenga la demanda interna solvente y potente, que va a ser decisiva en el crecimiento económico. Además de por una cuestión de justicia social, pues los salarios salieron muy perjudicados de la anterior crisis. La propuesta que llevaremos al próximo AENC, que todavía no está definida, irá en esa línea. Se han metido 40.000 millones de euros en los erte y en ayudas a autónomos, se van a meter 70.000 millones de euros en la economía de los fondos de recuperación europeos y esto tiene que filtrarse a las rentas del trabajo. No puede quedarse en las cuentas de resultado de las empresas.

¿El incremento que propondrán será inferior al 2%?

No estoy en disposición de dar una cifra, pero, viendo como están evolucionando los precios, con toda seguridad no será por debajo del 2%.

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