Escoltado en todo momento por el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, el líder nacional del Partido Popular, Pablo Casado, pasó revista en la capital del Principado a la actualidad nacional, con un tomo marcadamente crítico hacia el Gobierno que preside Pedro Sánchez. Casado exigió al jefe del Ejecutivo central que “no derogue la reforma laboral” y que cumpla con sus compromisos para sacar al país de la crisis, “y no con los adquiridos con Podemos, que supondrán arruinar a España”.

Casado dialogó este viernes en el vestíbulo del hotel de la Reconquista con José Ignacio Sánchez Galán, presidente y consejero delegado de Iberdrola, muy solicitado por los periodistas a causa del incesante encarecimiento de la factura de la luz que sufren los ciudadanos y las empresas de consumo eléctrico intensivo. Pocos minutos después, tuvo la oportunidad de exponer su receta para atajar el problema: “Sacar los costes no energéticos del recibo y bajar los impuestos”.

El máximo responsable del PP se detuvo brevemente con la médica asturiana María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Acto seguido, se encontró y charló con el exministro y expresidente madrileño Alberto Ruiz Gallardón, ahora dedicado a su bufete, quien eludió todas las preguntas que le formularon los profesionales de los medios de comunicación. También fue recibido por la presidenta regional del PP, Teresa Mallada.

Con sus palabras sobre la reforma laboral, Casado aludía a la petición formulada por la formación morada al PSOE para que se reúna de forma urgente la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición ante lo que considera un “grave” incumplimiento. Se refieren a lo que consideran una “injerencia” de la vicepresidenta primera, la socialista Nadia Calviño, en las competencias de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, la podemista Yolanda Díaz, en la negociación de la reforma laboral. “Que diga la verdad a Bruselas”, pidió Casado refiriéndose a Sánchez.

Según Casado, en enero de 2020 Sánchez eligió a Podemos como socio de Gobierno pese a que tenía otros partidos que ofrecían gobernabilidad. “Cuando estás pactando con radicales, con un partido comunista y populista como Podemos, al final acabas quedando colgado de la brocha”, indicó el líder de la oposición. “Sánchez dice en Bruselas que va a derogar la reforma laboral y aquí que va a derogar la que el PP aprobó hace unos años y que es la utilizada en los ertes”, aseveró Casado, quien añadió que “los españoles no merecen un Gobierno que les mienta, y alguien esta mintiendo aquí”.

“Al final, Podemos le pide que diga la verdad en España y yo le pido que diga la verdad a Bruselas”, declaró el líder del PP, quien reclamó al presidente del Gobierno que “no haga concesiones a los radicales”. Según el diagnóstico de Casado, “España está mal económica y socialmente; hay que gobernar de cara a Europa, de cara a la moderación y no con los radicales e independentistas”.

Casado y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, coincidieron en Oviedo poco antes de que se conociera la noticia sobre la decisión de Batet de retirar el escaño al diputado de Podemos Alberto Rodríguez, condenado por agredir a un policía. En tono irónico, el presidente de los populares señaló que todos los ciudadanos tienen que cumplir la ley, “incluso si eres un diputado que apoya al Gobierno de Pedro Sánchez”. Y agregó: “Basta ya de este tipo de medidas, de poner en jaque a la Justicia española, bien sea por un diputado que patea a la policía, bien sea por un prófugo como Puigdemont o bien por arremeter contra el Tribunal Supremo porque diga que no hay que indultar a golpista”.