El Gobierno puso en marcha a mediados de septiembre un plan de choque para contener la subida del recibo de la luz con fuertes rebajas de impuestos y de la parte fija de la tarifa, que profundizaba otras medidas adoptadas en pleno verano. La escalada de los precios de la electricidad y su impacto en la factura son tales que han acabado por comerse el efecto de las medidas impulsadas por el Ejecutivo un mes después de su aprobación.

El precio de la luz sigue desbocado en octubre. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha desvelado este jueves su estimación de IPC adelantado para este mes y ha alertado de que la inflación escalará hasta el 5,5%, situando el índice de precios al consumo en su nivel más alto desde 1992. El INE advierte explícitamente de que la fuerte subida se debe principalmente a los costes de la electricidad que asumen los hogares españoles, y en menor medida al encarecimiento de los combustibles, aunque aún no se conocen las tasas de crecimiento concretas de cada uno de ellos.

El IPC adelantado no refleja de manera desagregada la evolución de los diferentes componentes de la cesta de precios, así que la subida exacta y su impacto en la inflación no se conocerán hasta mediados de noviembre, cuando el INE publique la estadística completa referida al mes actual.

En la estadística correspondiente a septiembre -cuando las medidas del Gobierno ya estuvieron vigentes en la segunda mitad del mes- el precio de la electricidad ya se disparó un 10,9% y colocó la variación del IPC anual en el 4%, netamente por debajo de la tasa que el INE anticipa para octubre.

La promesa inviable de Sánchez

Una subida de la luz que no cesa y que hace prácticamente inviable que el Gobierno cumpla la promesa -que el presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta Teresa Ribera reconfirman en las últimas semanas e insisten en mantener- de que el coste medio de la factura eléctrica será en el conjunto de 2021 similar al de 2018, descontando el efecto de la inflación.

“Estamos convencidos de que se va a conseguir. El cálculo respecto al promedio de las facturas de los hogares españoles es correcto”, confirmaba la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista con El Periódico de España. “Para un número muy importante de hogares la factura en estos meses es incluso más baja de la que venían pagando con anterioridad y para algunas otras familias la factura será muy similar a la que venían pagando”, insistía.  

Fue el pasado 16 de septiembre cuando entró en vigor el real decreto-ley del Gobierno con las medidas para amortiguar el impacto en el recibo de luz de las subidas de los mercados de electricidad y de gas con rebajas de impuestos y reducción de costes cargados al recibo, y que reforzaba las primeras medidas adoptadas en junio.

La norma consolidaba la rebaja del IVA de la factura eléctrica del 21% al 10% aplicada desde junio, prorrogaba la suspensión del impuesto del 7% sobre la generación eléctrica hasta final de año y reducía al mínimo permitido por Bruselas el impuesto especial sobre la electricidad, del 5,1% al 0,5%. Además, se rebajaban un 96% los cargos regulados incluidos en la factura (que sirven para financiar las primas a las renovables, los sobrecostes de los territorios extrapeninsulares y el pago de la deuda del sistema eléctrico).