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Asturias protagoniza una recuperación “moderada” y anclada en la industria

El sector fabril y el turismo crecen con vigor, pero el avance esperado del PIB (5,3%) quedará muy lejos de compensar el hundimiento de 2020

Bobinas de acero en las instalaciones de ArcelorMittal en Avilés Miki López

La economía asturiana protagoniza este año un rebote “moderado” de la actividad anclado en el dinamismo de la industria y del turismo, de acuerdo con las predicciones recientemente actualizadas por el observatorio Hispalink, vinculado a la Universidad de Oviedo. Los resultados coyunturales reflejan que la producción fabril crece con más intensidad que en el conjunto de España y en otras comunidades de la Cornisa Cantábrica. Pero el desempeño del producto interior bruto (PIB) regional previsto hasta finales de 2021 quedará muy lejos de compensar los grandes quebrantos sufridos durante 2020 debido a la pandemia y a la estrategia epidemiológica para combatirla.

Previsiblemente, Asturias cerrará el año “con un crecimiento en torno al 5,3%, basado en gran medida en la fortaleza de la actividad industrial”, diagnostica Hispalink con los indicadores disponibles a fines del mes de octubre. La información estadística de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI) viene a confirmar tal opinión en lo que concierne al sector secundario: la producción del conjunto de las fábricas asturianas crece casi un 14% este año (período enero-septiembre) en relación a 2020, comportamiento expansivo que no es uniforme en intensidad entre las distintas ramas.

El metal. La fundición y primera transformación de metales, epígrafe que comprende, entre otras, las plantas electrointensivas de ArcelorMittal y Asturiana de Zinc (Azsa), ha incrementado su producción el 16,3%, si bien el nivel de actividad agregado de esta rama continúa por debajo de los registros de 2019. El sector está favorecido por la alta demanda mundial de bienes intermedios (productos básicos para otras industrias) y por el aumento de los precios del acero y del cinc, que amortiguan el encarecimiento de los costes energéticos. El subsector con un despegue más impetuoso es el de la fabricación de productos metálicos, formando principalmente por pymes. La denominada industria transformadora de los metales, de la que forman parte, por ejemplo, las plantas de TK Elevadores (antes Thyssenkrupp), avanza con dígitos más modestos, como lo fue también su caída en 2020.

Las plantas químicas. La rama química presenta un balance provisional de signo favorable, con crecimientos de producción que rozan el 17%, de forma que sus fábricas, consideradas de manera agregada, están próximas a recuperar los niveles prepandemia.

La agroalimentación. Las plantas agroalimentarias están más lejos de los resultados de 2019, segun los índices de SADEI: su producción avanza este año el 6,5% después de haber caído el 13,5% en 2020, pese a su condición de actividad esencial y, por tanto, al margen de las afectadas por cierres temporales durante los meses de confinamiento y recesión económica inducida por la lucha contra el covid 19.

La energía. La producción de electricidad rebotó el 6% y vuelve a niveles de 2019, aunque en este caso tal resultado debe ser interpretado a la luz del giro estructural que empezó a dar el sector en ese último ejercicio, con un intenso retroceso en la generación de kilovatios (-19% interanual hasta septiembre) que recogía el impacto de los primeros cierres de térmicas de carbón.

Hispalink pronostica para el conjunto del año un crecimiento del 9,3% en la riqueza generada por la industria, convirtiéndose en motor principal de una recuperación económica magra (5,3%) si se considera que, conforme a las estimaciones del mismo observatorio, Asturias sufrió en 2020 un hundimiento del PIB del 15%.

Ese avance de la economía regional está cimentado asimismo en la evolución del sector servicios, con un incremento esperado del 5% para el año. “En los indicadores coyunturales destaca el buen comportamiento del turismo (viajeros alojados y pernoctaciones) que, tras la buena campaña estival, podrían cerrar el año con tasas (crecimientos) interanuales superiores al 40%”, exponen los economistas del citado observatorio. En cambio, el consumo interno de las familias dio algunas señales de estancamiento hasta agosto, antes ya de que la inflación tocara niveles inéditos en cuatro de siglo (5,2% en octubre) y de que se acentuara la espiral de información sobre un empeoramiento de la situación económica global y nacional, factores que pueden comprimir la demanda o alentar el ahorro precautorio.

De confirmarse, el crecimiento esperado por Hispalink se traduciría, añaden sus predicciones, en una expansión del trabajo y en un recorte del paro también moderados, situándose la tasa de paro por debajo del 13% en Asturias y el nivel de ocupación medio en torno a las 390.000 personas. “No obstante, resulta preocupante la baja tasa de actividad regional, inferior al 51%”, apostillan los investigadores.

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