El sector de las nuevas tecnologías asturianas necesita de forma urgente cientos de trabajadores que no encuentra ni en la región, ni en el resto de España, ni tampoco en la Unión Europea. La solución que quieren explorar estas compañías –ya no tan jóvenes y con una gran proyección– es atraer a profesionales de fuera de las fronteras comunitarias. Su punto de mira está puesto en Latinoamérica, más concretamente en países como México, Colombia, Perú o Uruguay, donde las TIC asturianas ya tienen actividad y buenas relaciones con universidades y centros de formación locales. Pero las trabas burocráticas hacen muy complicado “esos fichajes”, denuncian.
El Clúster TIC –agrupación de empresas del sector– lleva un tiempo explorando esta posibilidad y hablando con organismos como el Servicio Público de Empleo y la Delegación de Gobierno para allanar los trámites. Una de las vías en estudio supone incluir algunos de los oficios más demandados –programador y desarrollador de software, por ejemplo– en el denominado catálogo de ocupaciones de difícil cobertura que elabora el Servicio Público de Empleo, lo que simplificaría toda la tramitación de los permisos de trabajo. Podría ser, consideran las empresas, el camino más directo para allanar la llegada de trabajadores de fuera de la UE porque, se supone, la necesidad estaría avalada por las autoridades laborales.
“Estamos viendo diversas vías, otra podría ser traer estudiantes de esos países”, señala Enrique Jáimez, director general del Clúster TIC. A las empresas les urge tomar medidas de forma inmediata. En solo unos meses llegarán presumiblemente a la región, como al resto del país, fuertes inversiones de los fondos europeos para digitalizar la actividad económica. “No sé con qué manos lo vamos a hacer”, asegura Jáimez.
Algunas empresas ya han intentado hacer fichajes en Latinonamérica, pero se han encontrado con un muro de dificultades burocráticas. En determinados puestos, las necesidades son muy acuciantes, como la de desarrolladores de software. “Hay una demanda brutal y, además, es un trabajo muy artesanal”, agrega Rubén Pérez Sobrino, director del área de consultoría y software de la empresa Seresco. Esgrime que algunos informes apuntan que, en los próximos años, Europa precisará más de un millón y medio de ingenieros de software. No hay tantos formándose. Otra vez, las cuentas no salen.
En el caso particular de Seresco, el departamento que dirige Pérez Sobrino da trabajo a 170 personas y busca para incorporar de forma inmediata a 30 desarrolladores que la empresa no encuentra. Y es así porque, aunque publiciten las ofertas laborales, nadie se presenta a ellas. Simplemente porque en el sector la tasa de paro es inexistente. “A corto plazo, la única solución que veo es la de traer gente de fuera”, asegura. Pero no se puede. “En nuestras delegaciones de Colombia estamos contratando a buenos ingenieros de software de entre 20 y 25 años, pero no podemos traerlos para aquí”, asegura. El problema llega con los trámites burocráticos, más en concreto, con la tramitación de los permisos de trabajo y de residencia, que frenan en seco su desembarco.
Incluir estos puestos en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura desbrozaría los trámites. En esa lista, de carácter regional, no hay ahora ningún empleo relacionado con las nuevas tecnologías. Tampoco los hay de otros sectores que han denunciado la falta de personal formado, como el metal o los talleres de coches. Sí aparecen puestos ligados al mar, como cocineros de barco, mozos de cubierta, marineros...
En el sector TIC ,“la única forma de contratar a alguien es robárselo a otra empresa”, señala Pérez Sobrino. A lo que Enrique Jáimez añade que es una fórmula que no arregla el problema, solo lo desplaza. Las estimaciones que tiene el sector señalan que solo en el área del desarrollo de software puede haber cerca de medio millar de vacantes de empleo en la región.
Las empresas también aseguran que las carreras universitarias ligadas con la informática necesitan de más plazas. Por ejemplo, explican que el nuevo grado de Análisis de Datos que la Universidad de Oviedo puso en marcha en sus instalaciones de Gijón ofertaba cincuenta plazas y se recibieron más de medio millar de solicitudes. No es por tanto un problema de falta de interés por parte de los jóvenes. “El problema que tenemos es ya de conjunto, de región, y tenemos que empezar a adoptar medidas entre todos y abrir las fronteras”, resalta Pérez Sobrino.
La falta de profesionales frena el crecimiento de las empresas. “No solo a las TIC, también a las de otros sectores que necesitan de personal tecnológica para sacar adelante sus proyectos e inversiones, subraya el directivo.
Los estudiantes de FP se acercan a la realidad de las empresas asturianas del metal
Alumnos de cinco institutos asturianos participaron ayer en primer “FP Innovation Day”, un foro organizado por la patronal del metal, Femetal, con el propósito de dar visibilidad a los estudios de formación profesional y estrechar el contacto entre los centros, los alumnos y las empresas. El programa de la jornada incluyó visitas a instalaciones de compañías como Idesa, Hiasa, Asturfeito, Normagrup Technology y TK Elevator (antes Thyssen Norte), donde los estudiantes recibieron información sobre los sistemas productivos y las tecnologías utilizadas. Los mismos alumnos –pertenecientes a los centros integrados de FP de La Laboral (Gijón), Langreo, Cerdeño (Oviedo) y Avilés, y al instituto Sánchez Lastra, de Mieres– participaron después, en Gijón, en un “espacio de reflexión”, donde varios de ellos expusieron las razones que los han llevado a cursar FP y a comentar sus expectativas laborales. Los participantes realizan estudios de Mecatrónica, Fabricación Mecánica, Soldadura y Calderería, y Organización de la Producción. María Pérez, secretaria general de Femetal, remarcó durante el encuentro que “la FP es una de las principales soluciones a la falta de relevo generacional que desde hace años están padeciendo las empresas asturianas del sector”.
“Más que una necesidad, la digitalización será cuestión de supervivencia”, dicen los expertos
“No cabe duda de que caminamos hacia una ‘smart factory’ (fábrica inteligente, altamente digitalizada y automatizada)”, señaló ayer el consejero de Ciencia del Principado, Borja Sánchez, en la jornada que la Asociación para el Desarrollo de la Dirección (APD) organizó ayer para analizar con expertos, empresarios, directivos y representantes institucionales el presente y el futuro de la llamada cuarta revolución industrial. Empresas como Hiasa o TK Elevator (antes Thyssen Norte), expusieron cómo están aprovechando las nuevas tecnologías para “monitorizar” y mejorar sus productos y sus relaciones con los clientes. Participaron también las tecnológicas Fujitsu, Izertis, Neosentec, Pixelshub, Azisa Drone y Triditive, así como el Idepa y el centro tecnológico Idonial. “Más que una necesidad, la digititalización será cuestión de supervivencia”, afirmó durante uno de los coloquios Pablo Coca, directivo del Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación . “El reto es incrementar el número de empresas innovadoras intensivas, la transferencia de conocimiento y la colaboración público-privada”, había dicho el consejero Borja Sánchez en la inauguración del primer acto que APD-Asturias organiza bajo la presidencia de Eva Rodríguez, consejera delegada de Hijos de Luis Rodríguez (supermercados MasyMás), sucesora en el puesto de Pablo Junceda, director general del banco Sabadell-Herrero.
