Enel, matriz de Endesa, ha puesto fecha al final del negocio del gas: 2040, para reemplazar sus centrales térmicas (ciclo combinado) con nueva capacidad renovable, así como con hibridación de renovables y almacenamiento, según recoge la eléctrica italiana en su nuevo Plan Estratégico 2022-2024 anunciado este miércoles. En España, los ciclos combinados son el segundo tipo de generación por potencia instalada con 26.250 megavatios, según las cifras de Red Eléctrica, de los cuales, 5.681 megavatios pertenecen a Endesa.

En España, los ciclos combinados son el segundo tipo de generación por potencia instalada con 26.250 megavatios, según las cifras de Red Eléctrica, de los cuales, 5.681 megavatios pertenecen a Endesa. La empresa también dejará de vender gas directamente a sus clientes (negocio minorista de gas) ese año, siendo el segundo mayor distribuidor de España tras Naturgy, con 1,6 millones de clientes y unos ingresos de 70 millones de euros, el 45,5% del total de su facturación en 2020.

El final del gas se une, así, al abandono del carbón previsto por el grupo para el año 2027 y se acompaña de una inversión prevista de 210.000 millones de euros hasta 2030 para acelerar la transición energética y adelantar, así, una década su compromiso de emisiones netas cero en 10 años, de 2050 a 2040, tanto en inversiones directas como indirectas, y "sin recurrir a cualquier medida de compensación".

"Comienza la década de las renovables. La próxima década tenemos escenario nuevo para la energía en sectores de la economía donde la electricidad era algo desconocido. Se abre la década de la electricidad", ha anunciado el consejero delegado de la compañía italiana propietaria del 70% de Endesa, Francesco Starace, durante la presentación del plan para dejar claro cuál será el foco principal de la empresa en los próximos años, primero sustituyendo carbón por renovables y "algo de gas", y después eliminando por completo el gas.

De los 210.000 millones que prevé movilizar en los próximos diez años, la eléctrica invertirá directamente alrededor de 160.000 millones de euros, algo más de un 6% que la cifra prevista en su plan anterior, principalmente en los países que considera de nivel 1 como Italia o España. Casi la mitad (70.000 millones) se destinará a las renovables, que espera sumen alrededor de 84 gigavatios de capacidad, de los cuales 9 gigavatios serán almacenamiento, lo que supondrá 129 gigavatios de capacidad renovable instalada para 2030. Además, Enel invertirá otros 40.000 millones de euros a través de terceros que le llevarán a sumar otros 4 gigavatios renovables a través de 'joint ventures'.

En el periodo 2022-2024, Enel se marca un esfuerzo inversor, a través de inversiones directas, de unos 45.000 millones de euros, con un incremento del 12% frente a su 'hoja de ruta' anterior, mientras que movilizará otros 8.000 millones de euros a través de terceros como parte de su modelo de negocio de 'Stewardship'.

Entre las líneas estratégicas está la asignación de capital para apoyar un suministro de electricidad descarbonizado; permitir la electrificación de la demanda de energía de los clientes; así como el aprovechar la creación de valor de la cadena de valor completa. Además, la energética prevé que el valor creado por el grupo para los clientes conlleve una reducción de hasta un 40% en sus costes energéticos, en paralelo con una reducción de hasta un 80% en su 'huella de carbono' para 2030.

En lo que respecta al beneficio neto ordinario para los próximos tres años, espera que sus ganancias en 2021 se sitúen en una horquilla de entre 5.400 y 5.600 millones de euros y crezcan hasta los 6.700 y 6.900 millones de euros en 2024. Mientras, prevé un resultado bruto de explotación (Ebitda) ordinario en 2021 de entre 18.700 y 19.300 millones de euros, con un crecimiento hasta la horquilla de 21.000-21.600 millones de euros en 2024. La deuda neta del grupo crecerá hasta los 61.000-62.000 millones de euros en 2024, desde los 53.000-54.000 millones de euros de este año con el fin de financiar su crecimiento.