El Gobierno asturiano y el Grupo Renfe han firmado un acuerdo para impulsar la incorporación progresiva de combustibles alternativos como el biogás y el hidrógeno en los trenes de la compañía que ahora funcionan con motores diésel. El pacto incluye la solicitud de fondos europeos y supone, según los firmantes, una iniciativa pionera en España. para la descarbonización del ferrocarril.

El consejero de Industria, Enrique Fernández, y el presidente de Renfe, Isaías Táboas, suscribieron ayer el acuerdo en virtud del cual ambas instituciones promoverán desarrollos tecnológicos e innovadores para buscar alternativas a los trenes diésel.

Según Enrique Fernández, bajo la coordinación del Gobierno de Asturias y con la participación de otras empresas, Renfe realizará las primeras pruebas con un tren de viajeros, utilizando biogás para la tracción ferroviaria.

El protocolo se desarrollará por fases, en función de la “financiación disponible”, y en la primera de ellas se desarrollarán, probarán y validarán los modelos de trenes que la empresa pretende utilizar con biogás e hidrógeno. Con ello, se prevé la transformación de una unidad eléctrica “serie 3600” para ser impulsada con hidrógeno.

En la segunda fase se plantea sustituir, siempre que se cuente con ayudas europeas, el parque ferroviario regional por vehículos impulsados por gases renovables, ha puesto de manifiesto Fernández.

Cuando el proyecto cuente con las subvenciones necesarias, se incorporará la Fundación Barredo, que aportará sus instalaciones únicas y singulares para realizar ensayos.