Los nuevos fondos europeos (Next Generation) inyectarán en Asturias en dos años unos 62 millones de euros para obras que mejoren la eficiencia energética en barrios, edificios o viviendas individuales, según se expuso ayer durante el desarrollo de una jornada organizada en Oviedo por la patronal asturiana de la construcción (CAC-Asprocon). Su presidente, Joel García, pronosticó que, con tales apoyos económicos, la actividad de las empresas de rehabilitación protagonizará una expansión a partir del próximo año.
Anselmo Menéndez, subdirector general de Política y Ayuda a la Vivienda del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, expuso los rasgos generales de los programas de ayudas y enfatizó un cambio de relieve respecto a modalidades precedentes: las subvenciones que reciban las comunidades de vecinos o los particulares estarán exentas de IRPF. En la actualidad, los beneficiarios quedan obligados a declarar las ayudas como ingresos, lo que retrae con frecuencia las solicitudes y conlleva en ocasiones además el riesgo de pérdida de otros apoyos públicos individuales (complementos a mínimos de las pensiones, por ejemplo) si el contribuyente supera cierto nivel de renta al sumar la subvención recibida.
Según Anselmo Menéndez, las ayudas para obras llegarán en algunas modalidades a cubrir un máximo del 80% de los costes. Los proyectos subvencionables (aislamiento térmico de fachadas, cambios de ventanas, iluminación, renovación de calefacciones...) deberán reducir al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable del inmueble.