Un IVA al 21%. Una pandemia que se hace larga. Y la empleada que menos trabaja y que mejor sueldo tiene: la factura de la luz. Las peluquerías y centros estéticos de Asturias estallan: “Si somos esenciales, que nos rebajen el IVA. Nos está asfixiando”, clamaron ayer en una concentración convocada en la Plaza Mayor de Gijón.
Al frente de la protesta, que congregó a cerca de un centenar de profesionales –el mal tiempo mermó la asistencia, según las convocantes– estaban Noemí Menéndez y Liliana Fanjul, administradoras de la Plataforma de Imagen Personal “Creer en nosotros”.
“Es golpe tras golpe”, clamó, micrófono en mano, Liliana Fanjul. Ya durante la crisis económica de 2009, el IVA subió en las peluquerías y centros estéticos: “Nos dijeron que sería puntual”. Nada de eso. Sigue el 21%. La situación era ya “sangrante” y se ha vuelto “prácticamente insostenible” en los últimos meses. “La apertura tras la pandemia trajo gastos extra. Somos esenciales, pero tenemos un IVA de lujo”, señalaron . “Exigimos que se haga justicia y que, por fin, nuestro sector recupere el IVA reducido. Nos corresponde como sector esencial”, insistieron durante la protesta. Quieren que se plasme en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022. Finalizaron la protesta con la simulación de un entierro. Dentro del ataúd, la peluquera Noemí Menéndez. Sobre ella, en vez de flores, peines. “Es lo que nos está pasando”, aseguraron.
