La aerolínea Volotea, con sede social desde 2017 en Asturias, donde posee una base de operaciones desde dos años antes, ha solicitado un préstamo participativo por un monto máximo de 185 millones de euros (que no prevé agotar) al Fondo estatal de rescate de empresas viables perjudicadas por la pandemia y que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La compañía es la tercera aerolínea que recurre a este fondo de ayuda temporal tras Air Europa (que ya recibió 475 millones) y Plus Ultra Líneas Aéreas (34).
Volotea, especializada en el segmento de bajo precio, afirmó que utilizará el apoyo financiero solicitado para recuperar su equilibrio patrimonial tras las pérdidas económicas en las que incurrió el año pasado (122 millones) por el desplome de tráfico aéreo a causa del covid, y también para reforzar su posición con la pretensión de aprovechar las oportunidades emanadas de la anunciada fusión de Iberia y Air Europa. Volotea aspira a operar algunas rutas y permisos de aterrizaje y despegue a los que estas dos compañías en proceso de fusión deberán renunciar por exigencia de las autoridades europeas de la Competencia.
La compañía aérea española fundada en 2011 por Carlos Muñoz y Lázaro Ros invoca su condición de empresa estratégica (como “alternativa de conectividad para millones de pasajeros europeos”) y su viabilidad. Desde 2012 a 2019 protagonizó un crecimiento anual acumulado del 26% y obtuvo resultados operativos positivos desde 2015.
Con 18 bases en Europa (una de ellas, en el aeropuerto de Santiago del Monte), 1.350 empleados y una flota integrada solo por naves de fabricación europea (Airbus), Volotea ha operado este verano 40 aviones, cuatro más que los 36 que usó en la temporada alta de 2019 –el año previo al coronavirus–, y aumentó el 111% su capacidad de asientos. Entre junio y septiembre prestó servicios en 85 nuevas rutas y ofreció más de 3,2 millones de plazas.
