El Banco Central Europeo (BCE) no tiene previsto subir el año próximo el tipo oficial de interés (situado actualmente en el 0%) pese a que anteayer lo anunció la Reserva Federal de EE UU (Fed) y a que ayer el Banco de Inglaterra hizo el primer movimiento, con una subida del 0,1% al 0,25%, y el Banco de Noruega acometió la segunda revisión al alza (la anterior fue en septiembre), con un incremento del 0,25% al 0,5%.

El BCE sí acometerá una reducción de la expansión monetaria. El eurobanco tiene dos programas de compra de deuda. El más contundente es el que se empezó a aplicar el 19 de marzo de 2020 por la pandemia (el plan denominado PEPP). Con este programa está adquiriendo títulos por un valor de 60.000 millones mensuales. Ayer confirmó que, según lo previsto, este programa finalizará a finales de marzo próximo, aunque podría reanudarlo si las circunstancias cambiasen.

Para afrontar una transición de modo más gradual, el BCE aumentará las compras con el programa de expansión monetaria anterior al covid (el llamado APP). Con este programa está comprando ahora 20.000 millones mensuales. Lo aumentará a 40.000 millones en el segundo trimestre para reducirlo a 30.000 millones en el tercero. Desde octubre regresará a los 20.000 millones. Con estos movimientos, pasará de comprar 960.000 millones anuales en 2021 a adquirir 510.000 (casi la mitad) en 2022. El BCE dijo que podría a flexibilizar su plan.

El BCE revisó al alza su previsión de inflación (aunque mantiene que será transitoria) y rebajó el pronóstico de crecimiento de la eurozona en 2022 y la aumentó para 2023.