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El ajuste en Arcelor será de entre 900 y 1.000 trabajadores y se centrará en Gijón

La empresa afirma que “en lo posible no habrá salidas traumáticas” con el cierre del horno alto y negociará traslados incluso fuera de Asturias

Instalaciones de ArcelorMittal en Veriña, Gijón

La dirección de ArcelorMittal puso ayer sobre la mesa las primeras cifras del ajuste laboral que acompañará al plan de descarbonización de sus plantas en España. Coinciden con las estimaciones de los sindicatos. Habrá entre 900 y 1.000 “excedentes” –la compañía tenía al cierre de 2020 un total de 7.906 trabajadores, con cerca de 5.000 en Asturias– y el grueso del recorte afectará a la factoría de Gijón. No obstante, la multinacional aún no ha concretado el impacto planta por planta, lo que desespera a los sindicatos, que llevan esperando por esos datos desde septiembre.

ArcelorMittal invertirá con apoyo público más de 1.000 millones de euros para reducir a la mitad sus emisiones de CO2 en España y su principal proyecto es el cierre de uno de los dos hornos altos de Gijón y del sínter que lo alimenta, y su sustitución por una planta de prerreducidos de mineral de hierro (DRI) que usará hidrógeno verde y la transformación de la acería de Gijón en una instalación híbrida –que consumirá prerreducidos y chatarra– con horno de arco eléctrico alimentado por energías renovables. La planta DRI de Gijón abastecerá de prerreducidos de hierro al horno eléctrico de Gijón, con menor capacidad de producción (1,1 millones de toneladas) que la actual acería, y también a los dos hornos eléctricos de la planta de Sestao (Vizcaya), que elevarán su producción al máximo (1,6 millones de toneladas de acero). Habrá un trasvase de Asturias al País Vasco.

Desde la multinacional siderúrgica se argumentó ayer que aún no se puede concretar el número de trabajadores que tendrán la planta DRI y el horno eléctrico de Gijón, puesto que aún se están elaborando los proyectos, pero que la cifra será notablemente inferior a la de la actual plantilla del horno alto y el sinter que sustituyen. Es por ello que “el grueso” del ajuste laboral del plan de descarbonización, que afectará en España a entre 900 y 1.000 trabajadores, se centrará en Asturias y, especialmente, en la factoría de Gijón.

Sobre ese ajuste, fuentes de ArcelorMittal señalaron que el punto de partida es evitar “en la medida de lo posible” salidas “traumáticas” y que se pretenden negociar medidas de movilidad geográfica (incluso fuera de Asturias) y de funciones, y polivalencias.

Los sindicatos reclamaron ayer concreción en el plan de descarbonización, en las medidas de ajuste y en los recortes planta por planta. Desde UGT-FICA se afirmó que el cambio de modelo productivo no puede implicar pérdida de capacidad en las plantas de Asturias. “No vamos a hablar de empleo mientras no nos pongamos de acuerdo con el proyecto industrial en su conjunto”, señalaron fuentes del sindicato, que demanda inversiones también en Avilés. USO lamentó la falta de concreción de la compañía después de tres reuniones sobre descarbonización y la CSI insistió en la necesidad de empezar a hablar del personal necesario para las nuevas plantas de Gijón. CC OO sigue sin asistir a las reuniones y exige “una verdadera negociación”.

Con anterioridad a la reunión sobre el plan de descarbonización, también se celebró ayer comisión de seguimiento del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que se aplica desde 2009 y que vence el 31 de diciembre. ArcelorMittal propuso ayer una prórroga con las mismas condiciones, de manera que los afectados podrían seguir cobrando cerca del 93% de su sueldo. Sin embargo la propuesta fue rechazada con los votos de los sindicatos vascos ELA y LAB, que rechazan el marco de negociación estatal, y CC OO, que exigió que la multinacional abone el 100% de las retribuciones de los trabajadores afectados por el expediente por Covid anulado por la Audiencia Nacional y que el ERTE solo pueda aplicarse en caso de paro de instalaciones por bajada de producción o caída de pedidos. UGT, USO, Cuadros e Independientes eran partidarios de prolongar el ERTE teniendo en cuenta el elevado coste de la energía, el alto precio del CO2 o la pandemia de coronavirus, que pueden generar paradas de producción.

Fuentes de ArcelorMittal lamentaron que no se llegara a un acuerdo y apuntaron que ahora se tratará de negociar expedientes planta por planta “partiendo desde cero” en las condiciones. “En las próximas semanas se presentarán las primeras medidas de flexibilidad”, señalaron.

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