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Operación empresarial

¿Qué implica que Delivery Hero tome el control de Glovo?: Las claves de la 'operación Nochevieja'

La firma fundada por Óscar Pierre, que mantiene la dirección tras la venta, gana en proyección internacional y en músculo financiero para seguir creciendo y atender viejas deudas

Un repartidor de Glovo pedaleando en Barcelona.

A escasos minutos de las campanadas que darían comienzo al 2022 se cerró una de las operaciones empresariales más importantes en España del 2021: el gigante europeo Delivery Hero se hacía con el control de Glovo. Uno de los líderes del reparto a domicilio en Europa pasa ahora a controlar al paladín español, en una 'operación Nochevieja' que obedece a diferentes claves.

Por un lado, Glovo aumenta su vinculación con un 'pez gordo' a nivel mundial y se refuerza un escenario en el que cada vez más unos pocos gigantes se reparten el reparto a domicilio. Por el otro, obtiene así una nueva y más directa inyección de capital, de unos 780 millones de euros, para mantener el ritmo de competición ante las agresivas apuestas de sus competidores. Y, por el otro, se dota de recursos para costear las deudas que sigue arrastrando con la Seguridad Social dados los viejos litigios judiciales por su uso de falsos autónomos y sobre los que pudieren venir de nuevos, ante las investigaciones en curso de Inspección en ciudades como Barcelona o Madrid. Además del bonus millonario que el equipo directivo de Glovo se llevará por la venta. 

El interés de Delivery Hero por hacerse con el control de Glovo viene de lejos y los rumores sobre una inminente compra se han sucedido durante los últimos años. Si bien Delivery Hero ya formaba parte del capital de Glovo (controlaba el 44% del accionariado), tras la operación y a expensas del beneplácito de los reguladores europeos, ahora pasa a controlar la firma y se convierte en el principal inversor, con el 79,4% de participaciones de esta firma, valorada tras la operación en 2.300 millones de euros. 

¿Por qué ahora los fundadores Óscar Pierre y Sacha Michaud (que conservan la dirección de Glovo tras la operación) han decidido dar el visto bueno? "Estoy encantado de haber encontrado un socio que comparte nuestra ambición y cultura y que continuará apoyándonos en esta aventura", afirmó Óscar Pierre en el comunicado de Nochevieja que publicitaba la operación. 

Competencia mundial

Fuentes conocedoras del sector apuntan a que en ese "continuará apoyándonos" está uno de los elementos clave de la operación. Y por dos razones. Por un lado, si bien Glovo es un 'pez gordo' del 'delivery' en un estanque pequeño como España, su peso a nivel internacional está lejos de los grandes tiburones. Como Doordash, referente en Estados Unidos, donde controla casi 6 de cada 10 pedidos y hace pocos meses compró a la finlandesa Walt por 7.000 millones de euros. O Just Eat, cuyo volumen de mercado en todo el mundo es 10 veces superior al de Glovo y que hace poco compró la estadounidense GrubHub por 6.500 millones de euros. O Uber Eats, la división de reparto del gigante tecnológico Uber y que el año pasado compró la estadounidense Posmates por 2.340 millones de euros. 

"Para seguir creciendo necesitaba la protección de alguien así", apuntan esas mismas fuentes. Desde Delivery Hero, en la presentación preparada para explicar a sus inversores la operación, destaca la complementariedad de sus zonas de influencia con las de Glovo como uno de los valores estrella para mantener su estrategia expansiva a nivel mundial. "Estas plataformas necesitan de volúmenes muy grandes de negocio, porque el margen por pedido es muy pequeño. Por eso al final unos pocos operadores acaban controlando el mercado", coincide el profesor d de la UOC Eduard J. Álvarez. 

Músculo financiero

"Las plataformas están apostando por competir a través de los contratos de exclusividad con los restaurantes. Y para eso necesitan músculo financiero", apunta el catedrático de la UPF Juan José Ganuza. "La presión de firmas muy agresivas como Uber Eats, que tiene una ventaja competitiva por sus sinergias con los otros medios de transporte, les obliga a capitalizarse para seguir compitiendo", añade. "La operación puede obedecer a una lógica de reforzar su posición dominante en el mercado", coincide Álvarez, de la UOC.

Las inyecciones de capital periódicas para mantener ese músculo financiero en un sector al alza y con competidores de peso ha sido una constante. Hasta ahora Glovo ha apostado por las rondas de financiación, haciendo entrar a nuevos inversores. La última la cerró este pasado abril por valor de 450 millones de euros, de la mano de los fondos Lugard Road Capital y Luxor Capital Group.

Deudas con la Seguridad Social

La historia de Glovo en España está marcada, entre otros, por la conflictividad laboral. Su uso de falsos autónomos ha sido censurado por Inspección de Trabajo y tribunales, con multimillonarias consecuencias para las arcas de la compañía de las mochilas amarillas. Según fuentes sindicales, los importes antiguos podrían superar los 35 millones de euros. Y, pese a la nueva ‘ley rider’, la firma ha decidido mantener gran parte de su flota con trabajadores por cuenta propia. Una práctica sobre la que Inspección ya investiga en Barcelona y Madrid y de la que podrían derivarse nuevas multas millonarias. 

“El problema no es lo que han pagado hasta ahora, sino lo que pueden tener que pagar a partir de ahora”, apunta un directivo del sector. La ‘deuda viva’ -aquella que estaría generando Glovo si Inspección y los tribunales certificasen que el modelo actual de reparto con autónomos sigue siendo ilícito- puede derivar en cantidades muy superiores a las pagadas hasta ahora por Glovo. Pues el sector del reparto a domicilio vive desde hace años un intenso crecimiento y actualmente las plataformas operan con muchos más ‘riders’ que cuando empezaron las primeras inspecciones.

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