La reactivación de las térmicas sostiene el auge de la producción industrial asturiana

El fuerte crecimiento en energía se suma al registrado en los últimos meses en la siderurgia, la fabricación de productos metálicos y el naval

La térmica de Aboño.

La térmica de Aboño.

Oviedo

La producción industrial asturiana volvió a repuntar con fuerza en noviembre, aupada de manera muy relevante, según Sadei, por la producción de energía, que crece el 39,21% en tasa anual por el mayor concurso de las centrales térmicas de carbón. En realidad, crecen todas las ramas de producción (salvo el leve retroceso del 1,16% en la industria química), entre las que, además de la energía, destaca sobremanera la fabricación de productos metálicos, que avanza el 26,83%.

La Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) constata la continuidad de la “notable actividad siderúrgica, la alta demanda en la fabricación de estructuras para energías renovables y la elevada carga de trabajo en la industria naval” que ya venía verificándose en la comunidad durante todo el año, a lo que se ha sumado en noviembre “un fortísimo incremento de la producción de energía eléctrica, muy por encima del crecimiento del consumo regional”.

La suma de estos factores sigue impulsando el dinamismo industrial asturiano, con un crecimiento interanual estimado (respecto a noviembre de 2020) del 17% y una progresión en los once primeros meses de 2021 del 14,7%.

Todo ello consolida la tendencia que ha venido constatando el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según sus datos, Asturias se ha mantenido en los puestos de cabeza de la producción industrial a lo largo de todo el ejercicio pasado. La última estimación fue difundida por el INE el 21 de diciembre con datos hasta octubre. Asturias ocupaba entonces el tercer lugar de España en crecimiento industrial interanual y era líder en el país por el promedio de los diez primeros meses de 2021.

En tasa interanual, con un avance del 21,7%, Asturias se situaba sólo por detrás de Andalucía y Murcia, y la marcha del sector fabril era casi tres veces superior al promedio español (7,8%). En la media de los diez primeros meses Asturias mantenía un mejora del 26%, la mayor de España y 1,6 veces superior a la media nacional (15,7%).

Sadei alertó ayer de que “este dinamismo industrial” asturiano –y también español– “continúa lastrado por los elevados precios de los productos energéticos”, a causa de lo cual “algunas industrias con un proceso productivo intensivo en consumo energético” se están viendo “obligadas” a “recortar o detener líneas de producción en las horas más caras de consumo” energético, y a pesar de “contar con una elevada demanda”, por “la imposibilidad de repercutir este incremento en el precio final”.

Además de la generación de energía y la fabricación de productos metálicos, los mayores crecimientos interanuales los han experimentado la industria transformadora de los metales (14,74%), la industria alimentaria (11,38%) y la metalurgia (10,2%). Por el destino económico de los bienes, la energía crece el 40,39%; los bienes de equipo, el 24,27% y los bienes de consumo, el 11,78%. Los bienes intermedios mejoran el 6,73%.

PMI español. El índice de gestores de compras (PMI), un indicador muy fiable de la consultora IHS Markit, apuntó ayer a que la industria manufacturera española siguió siendo expansiva en diciembre aunque se ha desacelerado nueve décimas, al pasar de una progresión de 57,1 puntos a 56,2. A partir de 50, el índice refleja crecimiento y por de bajo de 50, decrecimiento.

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