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El duro golpe del coronavirus sobre las empresas asturianas: el 30% de las pymes cerró 2021 en pérdidas

Las gestorías atribuyen los números rojos al precio de la luz y de otros suministros, a las restricciones por el covid y a retrasos en las ayudas

Clientes en una terraza del centro de Oviedo. LUISMA MURIAS

Casi una de cada tres pymes asturianas cerró el año 2021, que se preveía como el de una recuperación económica definitiva, en pérdidas. En números rojos. Así lo apuntan los datos que maneja el Colegio de Gestores Administrativas después de haber realizado una encuesta entre sus socios.

Hay varias razones que explican el hecho de que los resultados hayan sido peores de lo que se esperaba. Los explica el presidente del colectivo, Carlos Rodríguez-Noriega, y apunta directamente a tres causas: la subida de los precios de la luz y de las materias primas, que ha achicado los beneficios; el retraso en el reparto de algunas de las ayudas prometidas por el Gobierno –especialmente del central– para compensar a los negocios por la crisis del coronavirus, y las restricciones que sufrieron, sobre todo a finales de año, algunos sectores como el hostelero para frenar la sexta ola de contagios.

Lo peor, según el análisis de Rodríguez-Noriega, es que no se ve de forma clara que la situación pueda mejorar durante este año. “Todavía se prevé que los precios de los suministros o de la luz sigan altos este 2022, con lo que es probable que hasta 2023 no veamos una clara mejoría económica de los negocios”, destaca.

Todavía se prevé que los precios de los suministros o de la luz sigan altos este 2022, con lo que es probable que hasta 2023 no veamos una clara mejoría económica de los negocios

Carlos Rodríguez-Noriega - Presidente del Colegio de Gestores Administrativos de Asturias

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Prácticamente todos los indicadores pronosticaban que 2021 iba a ser un buen año para hacer negocios. De hecho, coinciden los gestores administrativos, casi hasta el final del año –más o menos hasta noviembre– las cosas iban bastante bien, pero al final el ejercicio se torció. La virulenta ómicron, la nueva variante del coronavirus, tuvo un efecto bastante negativo para la confianza de los consumidores y, consecuentemente, las ventas se resintieron, reconocen.

Por primera vez, la encuesta realizada por los gestores administrativos incluía una pregunta sobre cómo la crisis del coronavirus ha influido sobre el ánimo de los empresarios. Sus resultados señalan que el 34% de los pequeños y medianos empresarios españoles tenían problemas psicológicos derivados de la pandemia. Una proporción que podría ser similar en el caso de Asturias, señala Rodríguez-Noriega, que llama también la atención sobre el hecho de que el porcentaje de las compañías que cerraron el ejercicio con pérdidas y el de empresarios con problemas psicológicos es semejante. El presidente nacional del colegio, Fernando Jesús Santiago Ollero, apunta: “Todavía hay muchas compañías, de diferentes sectores, que no han recuperado un nivel adecuado de actividad, tienen serios problemas de solvencia y rentabilidad y no saben cómo van a salir de esta”.

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