Duro Felguera logró un beneficio neto de 22,6 millones de euros en 2021 tras su rescate por el Estado y la reestructuración de su deuda financiera con la banca acreedora. A resultas de estas operaciones, la compañía generó un resultado financiero extraordinario positivo de 37 millones de euros, que le ha permitido volver a beneficios tras haber perdido 171,6 millones en 2020.
Sin embargo, el resultado bruto de explotación (ebitda) siguió arrojando pérdidas (9,1 millones de euros) aunque con una mejora muy notable respecto al ebitda negativo de 138,9 millones del ejercicio precedente. Duro Felguera manifestó que tiene buenas expectativas para el futuro inmediato. La empresa dijo que la actividad del grupo se vio “ralentizada” en 2021 por los efectos de la crisis sanitaria y una desigual recuperación de la misma en los distintos países, así como por la fecha (a final de año) en la que se hizo el cierre de la operación de reestructuración. En 2021 se ejecutó un plan de reducción de costes y gastos generales que continúa en el presente año.
La ingeniería logró la adjudicación de un proyecto en Países Bajos por 100 millones de euros, con lo que ha logrado materializar la previsión de contratación en el pasado ejercicio, con la consecución de 175,1 millones de euros, el 123% superior a la de 2020. En total, la cartera de contratos a cierre del periodo asciende a 335,6 millones de euros, de los cuales un 92% corresponde a proyectos internacionales.
La compañía ha reactivado el proyecto de energía de 1.500 megavatios en Djelfa (Argelia) tras un acuerdo con el cliente y mantiene actualmente negociaciones para reactivar el proyecto de Iernut (Rumanía), de 430 megavatios, ambos, dijo la empresa, con firmes perspectivas de finalización exitosa.
Duro Felguera señaló que mantiene la búsqueda de un socio inversor y que sigue recibiendo muestras de interés que están siendo valoradas. La reactivación de la economía mundial poscovid, la alta liquidez en el mercado y los apoyos de fondos europeos e internacionales, están permitiendo dinamizar proyectos industriales en muchos países, lo que significa grandes oportunidades de negocio para Duro Felguera.
La Compañía trabaja con su nueva organización hacia una visión focalizada en afianzar sus líneas tradicionales, históricamente rentables (Energía convencional, Plantas Industriales -Mining & Handling, Oil & Gas, Calderería Pesada y Plantas industriales complejas- y Servicios), e impulsar la actividad en los sectores de las energías renovables, el hidrógeno verde, el almacenamiento de energía y los sistemas inteligentes, alineados con la transición energética y la transformación digital.
Por otro lado, Ence, con una factoría de celulosa en Navia, perdió el año pasado 183,4 millones, el 250% más que en el ejercicio precedente, lo que la compañía atribuyó a las tres sentencias dictadas por la Audiencia Nacional en julio y octubre pasados que anularon la prórroga de la concesión de los terrenos de dominio público sobre los que se asienta la fábrica de Pontevedra, lo que ha obligado a la empresa, por normativa contable, a computar deterioros de activos y provisiones de gastos por un importe neto de 200 millones. Las sentencias están recurridas. Ence dijo que, de no haber mediado este efecto, el grupo hubiese vuelto a los beneficios con un resultado neto atribuible de 10 millones (frente a las pérdidas de 52,3 millones en 2020) y a pesar de las liquidaciones negativas por coberturas de 106 millones.
La facturación, apoyada por la recuperación de la demanda y los elevados precios de la celulosa y la energía (los dos negocios de Ence), creció el 32,3%, hasta los 667,7 millones. La factoría de Navia aumentó la producción de celulosa el 0,9%, hasta las 577.435 toneladas, y redujo por el contrario la venta de energía el 0,5%, hasta los 565.576 megavatios hora.
