La Comisión Europea sigue sin proponer desvincular el precio del gas del de la electricidad, como reclaman desde hace meses España o Francia, pero dada la situación actual de “emergencia”, agravada por la invasión rusa de Ucrania, está dispuesta a estudiar “todas las opciones posibles” para adoptar “medidas de emergencia” con las que limitar que el elevado precio del gas siga contagiando al de la electricidad. El fuerte alza de los precios registrado en los últimos días, a raíz del brutal ataque a Ucrania, ha convencido al Ejecutivo comunitario de que las medidas adoptadas en octubre no son insuficientes y de que es necesario avanzar en la dirección planteada por el Gobierno de Pedro Sánchez. 

“Consultaremos con carácter de urgencia a todos los actores afectados y presentaremos opciones en las próximas semanas”, ha anunciado el Ejecutivo comunitario en el marco de la nueva comunicación sobre energía adoptada este martes con el foco puesto en disminuir la dependencia del gas ruso, que suministra a la UE el 40% del gas que consume. Aunque la Comisión no concreta propuestas sí menciona la posibilidad de introducir límites temporales a los precios de la luz. “La comunicación confirma que los Estados miembros pueden regular los precios de la luz. Es una opción que ya existe, lo permite el marco legislativo europeo, y hemos publicado directrices detalladas”, ha explicado la comisaria de energía, Kadri Simson.

Además de esta vía, la Comisión Europea se compromete a evaluar las opciones “para optimizar el diseño del mercado de la electricidad con el fin de aprovechar los beneficios de la energía a bajo coste”, como las renovables. Para ello, tendrá en cuenta el informe final de la Agencia Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) y otras contribuciones sobre el funcionamiento del mercado de la electricidad sobre “los beneficios e inconvenientes de mecanismos alternativos de fijación de precios de la electricidad”. Bruselas se compromete además a hacer un seguimiento para mantener la electricidad a un precio asequible sin interrumpir el suministro y seguir invirtiendo en la transición ecológica.

El plan también incluye la posibilidad de que los Estados miembros introduzcan de forma temporal un gravamen a las eléctricas por los beneficios adicionales obtenidos con el alza de los precios del gas con el objetivo de redistribuirlos y aligerar la factura de los consumidores. “Los Estados miembros pueden considerar medidas impositivas temporales sobre los beneficios extraordinarios. Según la Agencia Internacional de la Energía, estas medidas fiscales podrían generar 200.000 millones de euros en 2022 para compensar parcialmente el aumento de las facturas energéticas”, explica la Comisión Europea que sostiene que la redistribución de los ingresos evitaría en parte que los elevados precios actuales del gas aumenten los costes soportados por los clientes finales”. 

Los únicos peros que pone Bruselas es que este tipo de medidas no pueden aplicarse con carácter retroactivo, tienen que limitarse a una situación de crisis específica, diseñarse “cuidadosamente” para evitar “distorsiones innecesarias del mercado”, al tiempo que incentiven las inversiones en energías renovables, no afecten al mercado de la electricidad a largo plazo ni a la parte estructural de una subida global de precios.

Menos gas de Rusia

La estrategia tiene como principal objetivo seguir independizando a la UE del gas ruso. El objetivo de Bruselas es lograr la independencia total para finales de la década y reducir para finales de año un 80% las importaciones de Rusia. Actualmente la UE importa 155 bcm de gas natural de Rusia. La propuesta aboga por reducirlo este mismo año a 55 bcm, sustituyéndolo por la importación de más gas natural licuado (LNG), más gas procedente de gasoductos de otros países terceros, aumentando la generación a través de energía solar, energía eólica así como la eficiencia energética.

El plan también hace hincapié en la necesidad de aumentar el gas almacenado en la EU a partir del 1 de octubre hasta el 90% para afrontar el próximo invierno con garantías y dado que no todos los países tienen capacidad de almacenamiento anuncian la creación de un mecanismo para garantizar una distribución justa así como la posibilidad de realizar operaciones de compra conjuntas. “El almacenamiento de gas no va a ser la panacea y necesitamos conseguir suministradores alternativos para lograr el gas que necesitamos pero el caso es que los almacenes de gas tienen que poder participar en la solución”, ha explicado Simson. 

Bruselas también confirma que sigue investigando a Gazprom, el monopolio de gas ruso ante la preocupación por las posibles distorsiones de la competencia. “Esta empresa muestra un comportamiento comercial inusual. El nivel medio de llenado de los almacenamientos operados por Gazprom en la UE se sitúa en torno al 16%, mientras que los almacenamientos no operados por Gazprom alcanzan el 44%. La Comisión está investigando actualmente de forma prioritaria todas las alegaciones de posible conducta comercial anticompetitiva de Gazprom”, confirma la Comisión.