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La luz se desboca y "la industria asturiana puede entrar en zona de riesgo", alerta el Principado

La electricidad escala hasta 544 euros, con el gas en máximos y el petróleo al alza ante un posible embargo a Rusia, y amenaza con una espiral inflacionaria que frene la recuperación

La guerra en Ucrania y el anuncio de probable embargo al petróleo y gas rusos por EE UU, UE y Canadá (cuyo acuerdo parecía ayer inminente, en la escalada de represalias occidentales contra la estrategia bélica de Moscú) llevarán hoy el precio mayorista de la electricidad a la escalofriante cifra de los 544,98 euros por megavatio / hora como promedio de la jornada, más de 102,4 euros por encima del precio de ayer (un alza del 23%), con tramos (entre las 19.00 y las 20.00 horas) en los que el megavatio se pagará a 700 euros, un coste insólito.

Se trata de niveles inauditos y que colocan los costes energéticos para la estructura productiva y para los consumidores individuales en niveles críticos que podrían no ser transitorios y transmitirse a toda la cadena económica en la medida en que se cronifique o intensifique el alza del gas natural, que ayer volvió a repuntar con firmeza por la alta dependencia europea (40%) de los suministros rusos y el probable veto a sus importaciones. Rusia es el tercer productor y segundo exportador mundial de petróleo y uno de los países líderes en gas natural.

Desde la víspera de la invasión de Ucrania por fuerzas militares rusas hace 13 días, el precio medio de la electricidad casi se ha triplicado (se disparó más del 178%) y el precio máximo subió el 187%. Esta tensión inflacionista de la electricidad se acumula a la que se venía produciendo desde mediados del año pasado por la alta demanda, la crisis de suministro, los estrangulamientos en la oferta, los bajos niveles de almacenamiento en Europa y las tensiones geopolíticas. La suma de estos factores ha supuesto que el precio del megavatio / hora de electricidad se haya multiplicado por diez en un año. El megavatio, que hoy se pagará de media en el mercado mayorista a 544,98 euros, costaba hace doce meses 56,88 euros.

Esto, sumado al encarecimiento del gas y del petróleo por las mismas causas, constituye un ataque frontal a la recuperación y amenaza con una espiral inflacionaria y con desestabilizar a la industria electrointensiva, con gran impacto en Asturias.

En el contundente rebote del precio de electricidad está el coste del gas en virtud del sistema marginalista de formación de precios en el mercado mayorista vigente en la UE, que determina la remuneración de todas las fuentes primarias al coste de la más cara a la que haya que recurrir para cubrir la demanda. España reclama desde hace meses desligar el precio del gas y de la electricidad. La UE, que se negó a esa petición, está ahora considerándola.

El mercado de futuros del gas en Holanda (referencia para Europa) para abril remontó ayer el 61% hasta los 345 dólares aunque luego se atenuó hasta los 227. En el mercado español el gas cotiza hoy a 214,36. El petróleo brent llegó a subir hasta los 139 dólares por barril (aproximándose al récord de los 146), aunque luego se acomodó en los 123,13, el 29,8% más caro que antes de la guerra. Los combustibles también repuntan. El precio medio de la gasolina 95 ha aumentado en Asturias el 7,78% desde la invasión de Ucrania, y el del gasóleo el 9,95%. Los precios medios son de 1,745 y 1,1657 euros por litro, respectivamente. En las gasolineras más caras del Principado está en 1,889 y 1,859. En España, algunas gasolineras ya cobran dos euros.

Por la izquierda Pedro Sáinz de Baranda, Juan Cofiño y Carlos Paniceres, en la jornada sobre el precio de la energía celebrada en la Cámara de Oviedo

La opinión de los expertos

La “escalada de precios” en la energía, y en particular en la electricidad, está causando una “grandísima preocupación” en Asturias, y sobremanera “desde la perspectiva industrial”. “La industria electrointensiva puede entrar en zona de riesgo”, alertó ayer el vicepresidente del Gobierno asturiano, Juan Cofiño, durante un foro organizado por la Cámara de Comercio de Oviedo y la asociación APQ (Asturias Patria Querida) sobre el precio de la energía. Cofiño aprovechó la presencia de destacados representantes del sector energético, y específicamente la del consejero de Naturgy en calidad de independiente Pedro Sáinz de Baranda, para reclamar a esta empresa y a Iberdrola “mayor compromiso territorial y responsabilidad social” para compensar el impacto de los cierres de las centrales térmicas de Soto de la Barca y Lada, respectivamente. “Se están haciendo cosas pero es insuficiente”, dijo Cofiño, quien confió en el gran futuro de los ambiciosos proyectos de hidrógeno existentes en la región. El asturiano Sáinz de Baranda, presidente de APQ, comprometió la disposición de Naturgy para acometer en Soto de la Barca “cualquier inversión que se pueda hacer y que tenga sentido empresarial”.

Pese a la enorme preocupación por el precio de la energía, la asturiana Loreto Ordóñez, consejera delegada en España de la eléctrica francesa Engie, sostuvo que los mercados de futuros están determinando que España tendrá a partir de 2025 precios de la electricidad por debajo de la media europea gracias a su apuesta por la transición energética y las renovables, lo que a su vez aporta al país una ventaja competitiva en el desarrollo del hidrógeno verde, según un estudio de Engie. Sáinz de Baranda pronosticó también que los precios tenderán a reducirse por los menores cargos que soportará el recibo, la mejora de la eficiencia y los planes de desarrollo de renovables (cada vez más baratas), que permitirán disponer de una potencia instalada superior a la demanda, que se prevé estable y con más tendencia a la baja que al alza. Será fundamental, dijo, el desarrollo de sistemas de almacenamiento para aprovechar los excedentes de producción. Arcadio Gutiérrez, director del Club Español de la Energía, consideró la transición energética como “una oportunidad”; Sáinz de Baranda subrayó su relevancia para que España logre “independencia energética” y Ordóñez sostuvo que se trata de “tecnologías maduras que no van a precisar ayudas públicas”. Para el despliegue de renovables se reclamó diligencia en la Administración. “Todas las eléctricas harían centrales de bombeo si se facilitan las licencias porque es el sistema más consolidado que tenemos de almacenamiento”, dijo Sáinz de Baranda. Y Gutiérrez reclamó apoyo en la tramitación y financiación para acelerar el despliegue de renovables. Frente a las críticas al sistema marginalista de formación de precios en el mercado mayorista, la asturiana María Fernández, exvicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), defendió el modelo pero a condición de que, como ocurre en la UE, se fomenten los contratos a largo plazo al margen del “pool” y el sistema marginalista se use sólo para ajustes de oferta y demanda. Sáinz de Baranda mantuvo este mismo criterio y Ordóñez defendió también el modelo marginalista aunque admitió que ante circunstancias excepción podrían tomarse medidas también excepcionales.

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