El impacto del elevado coste de la energía, las materias primas y los materiales, con una escalada desde 2001 por la crisis internacional de suministros, y que se agravó con la invasión militar de Ucrania por Rusia el día 24 y las posteriores sanciones al país agresor, está haciendo “insostenible la actividad” no sólo de las industrias que son “grandes consumidores” de energía, sino que “está ya afectando al resto de la cadena”, incluidas pequeñas y medianas empresas, señaló ayer María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade). “Si no hay medidas urgentísimas, las consecuencias pueden ser terribles”, afirmó la dirigente patronal.
“Si no se toman medidas urgentísimas, las consecuencias pueden ser terribles”
A juicio de Fade, aunque la carestía y escasez “venía de hace tiempo”, la situación “se ha complicado enormemente” con la guerra. La repercusión está lastrando “la actividad de la industria, la construcción y otros sectores”, caso de “hostelería, peluquerías y otros negocios”, dijo Calvo. En el caso de la construcción, hay dificultades, explicó, “para empezar obras por la escasez de suministros y la falta de acero”.
La dirigente patronal juzgó “imprescindible que se revise de modo urgente el sistema marginalista de formación de precios” en el mercado mayorista de la electricidad. “Estamos en una situación extraordinaria de guerra y urge tomar medidas extraordinarias”, indicó. A su vez, la dirigente empresarial reclamó “una revisión de la fiscalidad” porque el alza de precios está suponiendo “mayores ingresos” tributarios. “No parece justo, dada la situación en la que estamos. Estos ingresos adicionales deben revertir a empresas y autónomos”, precisó.
“Estamos en situación extraordinaria de guerra y urge adoptar decisiones también extraordinarias”
Cámaras de Comercio
A su vez, las tres Cámaras de Comercio asturianas (Oviedo, Gijón y Avilés) celebrarán el martes una reunión extraordinaria de sus comités ejecutivos para plantear “propuestas a las administraciones públicas para proteger nuestro tejido empresarial”. “La crisis energética y de precios, muy agravada por la guerra emprendida por Rusia contra Ucrania, ha hecho tambalear las estructuras productivas de la región en un efecto dominó que tiene su origen en la carestía de la energía y que está afectado a la totalidad del sistema económico”, dijeron.
“Las grandes empresas están redefiniendo sus planes productivos en un intento de salvar una situación que se presenta como insostenible” y “que afecta al conjunto de las empresas, también con independencia de su tamaño, porque está en jaque el transporte, la materia prima y el motor de nuestra economía”, señalaron las Cámaras.
