El paro de los camioneros a cuenta del precio del gasóleo empieza a ahogar a la industria y a los puertos asturianos. Ante la presión, el Gobierno se abre a negociar medidas para rebajar el coste de los combustibles, pero no lo hará con los convocantes de la protesta, sino con el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), donde la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, organización convocante del paro patronal, carece de representación.
La “huelga de los camiones” se intensificó en Asturias durante su segunda jornada. El paro, que continuó siendo mayoritario, sumó rotura de lunas, las primeras barricadas a la entrada de grandes industrias y pinchazos de ruedas. Con un impacto desigual en España, fuentes del sector destacan el alto seguimiento que está teniendo el paro en Asturias, lo que achacan al tejido del transporte en el norte de España, mayormente cooperativista y conformado por autónomos, que son el grueso de los operadores del transporte que secundan el paro. El hecho más grave de la jornada tuvo lugar en Madrid, donde un transportista de 33 años recibió un disparo accidental en el abdomen al forcejear con un agente de la Policía Nacional de paisano durante un incidente con integrantes de un piquete en el parque logístico Barral de San Fernando de Henares.
En Asturias, según relatan fuentes de Delegación de Gobierno se registraron varios altercados durante la noche. Dos camiones fueron apedreados mientras circulaban por la A-8 y otro más en la autovía A-66 a la altura de Abuli (Oviedo). Ante lo que fuentes policiales calificaron de “escalada de violencia”, Delegación de Gobierno y las empresas se están organizando para fletar convoyes escoltados por la Guardia Civil. A lo largo de este martes, y al cierre de esta edición, las fuerzas y cuerpos de seguridad escoltaron a más de una veintena de vehículos para evitar acciones de los piquetes que pudiesen ocasionar daños materiales o comprometer la seguridad del conductor. A la entrada del Puerto de El Musel una decena de miembros de un piquete fueron identificados por la policía mientras trataban de desconectar la cisterna de un camión.
Los piquetes también acudieron a la fábrica de Industrias Lácteas Asturianas, Reny Picot, en Anleo, donde durante las dos jornadas de protestas informaron a los transportistas que hacían los servicios mínimos. Camilo Junior, trabajador del sector con residencia en Ribadeo, justificó su tarea y también protesta: “No estamos hablando de que se ingrese menos, estamos hablando de familias que se van a la ruina”, destacó. En esta fábrica de productos lácteos solo están accediendo con relativa normalidad los camiones que aportan la leche por ser un producto perecedero, según el comité de empresa. Lo mismo ocurre en Capsa Food, donde tienen completamente parada la distribución al cliente.
Los piquetes destacaron que hacen su trabajo sin provocar incidentes y que la huelga es “necesaria para que mejoren las cosas para todos”. La multinacional Ence informó de que la huelga de transporte sí está provocando incidencias en el tráfico de camiones en su planta de Navia. “Con todo, desde Ence no prevemos afectación en la calidad ni en la cantidad de la producción de nuestras plantas, como tampoco en el suministro de producto a nuestros clientes”, señalaron fuentes de la empresa.
La gran industria y los puertos siguen sufriendo las consecuencias de no tener quien reparta las mercancías. Las operaciones portuarias funcionan con normalidad, pero las mercancías a granel y los contenedores se apilan sin encontrar quien saque los productos de los puertos. Las cargas se están ralentizando porque es difícil conseguir que llegue la materia prima. Fuentes de las autoridades portuarias de Gijón y Avilés admiten su preocupación si la situación se alarga en el tiempo.
Un camión cargado de brea que tenía como destino la fábrica de Industria Química del Nalón de Trubia salió ayer del puerto de Avilés protegido por una escolta de la Guardia Civil para evitar incidentes con los piquetes.
Fuentes de ArcelorMittal también reconocen el impacto de la protesta en su actividad. El paro de los camiones está complicando tanto la salida como la entrada de productos de sus plantas de Avilés y Gijón. El presidente de Femetal, Guillermo Ulacia, advirtió de que la huelga del transporte puede obligar a parar a industrias del sector que trabajan habitualmente con pocos stocks, haciendo un llamamiento “al sentido común” para buscar soluciones a un conflicto que “perjudica innecesariamente”. “Lo que estamos recibiendo son llamadas de nuestras empresas que, si esto dura un poquito más, se van a tener que parar porque no van a tener material que procesar”, señaló Ulacia durante un acto en Gijón. Ante esto llamó a “buscar un diálogo para encontrar la solución lo más rápidamente posible”.
La presidenta de FADE, María Calvo, aseguró que el paro indefinido del transporte está afectando “de manera muy importante a toda la actividad económica” de Asturias, puesto que “bastantes empresas” están teniendo que parar su actividad o reducirla “en gran medida”. Calvo señaló que el paro está teniendo un seguimiento “bastante grande”.
Alejandro Monjardín, presidente de Cesintra, una de las patronales que apoya el paro, pidió una pronta solución al conflicto que, teme, puede resultar “catastrófico” si se alarga. Cesintra sí tiene representación en el CNTC, que se reunirá hoy con la Ministra. “Lo importante es lo que se logre en la negociación, no quien lo negocie”, sentencia el transportista.
Las consecuencias de una Asturias sin camiones llegan a los primeros supermercados
Primero fueron los aceites y las harinas lo que desapareció de las estanterías de algunos supermercados asturianos. Tuvo que ver con los patrones de consumo ante la escalada de los precios y la posible escasez ante la interrupción de las importaciones procedentes de Ucrania. Ahora, los primeros supermercados asturianos están sufriendo la carencia de ciertos productos, especialmente las cadenas que carecen de grandes plantas logísticas en el Principado. La falta de transportistas y la voluntad de hacer acopio por parte de los consumidores en previsión de que se recrudezca la situación, hacen mella en algunos comercios. Ayer, algunos supermercados ovetenses colocaban carteles disculpando una falta de alimentos que achacaban a la “huelga de camiones”. Grandes empresas de alimentación como Capsa Food, alerta de que no está pudiendo sacar camiones para hacer reparto de sus productos al cliente a cuenta de las protestas. De momento, las cadenas de supermercados, explican fuentes del sector, tienen provisiones de alimentos, pero confían en que el pulso que le están echando los transportistas al Gobierno termine pronto.
