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La vida después de Inditex de Pablo Isla: “No me voy a retirar”

El presidente del grupo pacta su salida en 23 millones y no podrá trabajar para una empresa de la competencia de por vida

Pablo Isla, ayer, durante la presentación de los resultados. / VÍCTOR ECHAVE

"Para mí hoy es un día especial”. Con estas palabras arrancó Pablo Isla su decimoséptima y última presentación de resultados, como se encargó de recordar tanto al comienzo como al final de su intervención. Con un pie más fuera que dentro — el 31 de marzo dirá adiós a su dilatada carrera al frente de la multinacional gallega—, el todavía presidente de Inditex estuvo relajado y hasta bromista como cuando a la hora de las preguntas bromeó al explicar que los periodistas hiciesen las preguntas y ellos decidirían “si las respondía uno, el otro, los dos o ninguno”.

En un evento como la presentación de resultados de una de las mayores empresas del mundo en la que todo está muy medido, Isla también se saltó el guion cuando el consejero delegado, Óscar García Maceiras, recordó el comentario de Isla de que era la decimoséptima vez que comparecía para presentar los resultados. “Pone el listón bastante alto y espero tener la esperanza de presentar los resultados de la compañía en los próximos ejercicios”, aseguró. “¿17 al menos?”, le preguntó Isla con una sonrisa. “Sí, como mínimo 17”, le respondió Maceiras.

En el mercado

La última comparecencia pública de Pablo Isla también le sirvió para ponerse en el mercado. El 31 de marzo cerrará una etapa y cuando se le preguntó por su futuro, acaba de cumplir 54 años, no quiso dar pistas, aunque reconoció con rapidez que no se iba a retirar: “Todavía estoy totalmente centrado en la transición. Ayer [por el martes] fue mi último consejo de administración, hoy [por el miércoles] es la publicación de los resultados anuales, primero con los analistas financieros y ahora con vosotros los periodistas. Han sido meses muy intensos y muy bonitos en clave personal. Ha sido un proceso muy natural y he estado totalmente centrado. No me voy a retirar, evidentemente, pero no puedo decir nada más”, reconoció.

Su salida de Inditex también conlleva el cobro de una indemnización, que la empresa y él han pactado en 23 millones de euros. De esta cantidad, 19,7 corresponden a la contraprestación por la que Isla no podrá trabajar nunca en una empresa relacionada con el sector textil. Cuando entró en el grupo en 2005, la prohibición abarcaba a dos años. Ahora se amplía de por vida.

A esta cantidad se suman otros 3,2 millones en concepto de indemnización por el final de la relación contractual, un importe bruto equivalente a una anualidad de su retribución fija establecida para el año en curso.

Ya al final de la presentación de los resultados de la compañía, y en el habitual corrillo con los periodistas, se refirió a la nueva presidenta de la compañía desde el 1 de abril, Marta Ortega para indicar que “conoce la empresa perfectamente” tras quince años en la misma, y tiene “muchísimo criterio”. Además, destacó que Óscar Maceiras, nuevo consejero delegado, es un ejecutivo “impresionante”.

“Yo lo que diría es máxima confianza en el futuro de la compañía con Marta Ortega como presidenta y con Óscar García Maceiras como consejero delegado, con el comité de dirección y con todo el resto de equipos de la compañía en todos los países del mundo”, finalizó Pablo Isla.Sobre el futuro del negocio en Rusia, tanto Pablo Isla como Óscar García Maceiras fueron muy comedidos. “Nuestra principal prioridad es nuestra plantilla en estos dos países”, aseguró Maceiras, quien apuntó que todos sus trabajadores en Rusia y Ucrania están cobrando su salario pese al cierre de las tiendas. “Nuestro objetivo es volver a retomar nuestras operaciones en estos países cuando las circunstancias lo permitan que evidentemente ahora no es el momento actual”, apuntó el consejero delegado. “Y conjeturas de cómo nos puede afectar no tiene mucho sentido hacer”, zanjó.

Guiño a los accionistas

La acción de Inditex ha perdido un 32% de su valor en los últimos seis meses. Tras la presentación de resultados de este miércoles, bajó el 2,46%, la mayor caída del Ibex. Para hacer más atractiva la acción, el grupo gallego ha optado por un agresivo movimiento de retribución a sus accionistas. La compañía retribuirá este año a sus accionistas con 2.898 millones, tras elevar un 33% el dividendo, hasta 0,93 euros por acción. Inditex anunció que el consejo de administración propondrá a la junta de accionistas un dividendo de 0,93 euros por acción, compuesto por un dividendo ordinario de 0,63 euros y uno extraordinario de 0,30. Este pago se distribuirá en dos fases iguales: 0,465 euros el 2 de mayo de 2022 y 0,465 euros el 2 de noviembre de 2022. Además, el consejo acordó establecer un dividendo extraordinario de 0,40 euros por acción para el ejercicio 2022, que se sumará al ordinario para ser distribuido a lo largo de 2023. Como consecuencia, uno de los grandes beneficiados será el fundador del grupo, Amancio Ortega, que ingresará este año 1.718 millones en concepto de dividendos, por encima de los 1.294 que percibió el ejercicio pasado.

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