La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Asturias cierra la segunda semana de huelga con pérdidas de más de 200 millones de euros

La economía del Principado tiembla ante el enquistamiento del paro del transporte y las grandes empresas temen verse obligadas a aplicar nuevas regulaciones de empleo

Paro del transporte en Asturias | MIKI LÓPEZ

La huelga de los camiones amenaza con paralizar el Principado durante, al menos, una semana más. Las negociaciones del Gobierno con el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) –en el que no está presente Plataforma, el organismo convocante del paro– no han conseguido devolver a los camioneros a las carreteras y en Asturias la huelga mantiene los mismos apoyos que durante las últimas jornadas. Las empresas, bien por falta de acceso a las materias primas o por la imposibilidad de expedir sus productos pisaron el freno y, ante una semana más de protesta, aseguran estar abocadas a acogerse a los ERTE para capear el temporal. La patronal asturiana ha hecho cuentas de todo lo que el tejido económico asturiano ha dejado de ingresar. Según FADE, la economía asturiana, ya muy dañada por el alza de los precios de la energía, ha perdido entre 200 y 220 millones de euros.

El cálculo de las pérdidas asturianas elaboradas por la patronal solo computa el daño producido por la “inactividad” de diversos sectores y no suma la potencial pérdida de clientes, que haría un daño a la región difícilmente reparable en el corto plazo. En Asturias, grandes empresas como las cementeras y hormigoneras del Grupo Masaveu han echado el cerrojo por imposibilidad de vender sus productos. El sector de la construcción está “completamente parado” como afirman desde la patronal y la imposibilidad de trabajar se extiende a otras ramas de la economía. Según pasan los días crece la alarma. Tal y como han venido reconociendo los empresarios a este periódico, la tercera semana de huelga sería letal para muchas empresas que continuaban produciendo a base de ralentizar sus procesos y gracias al stock de sus almacenes. Una semana más puede hacer que la cascada de paros registrada a finales de esta semana se recrudezca y, con ella, el daño sobre el empleo.

Fuentes de CC OO afirman que la industria asturiana ya está prescindiendo de trabajadores eventuales y contratados a través de las empresas de trabajo temporal (ETT). La principal compañía de la región, ArcelorMittal, se ha visto obligada –debido a la huelga y la crisis energética– a reducir su producción. Los trabajadores afectados en las instalaciones de la siderúrgica superan los 1.500, a los que se les están aplicando medidas de flexibilidad laboral previstas en el convenio, como adelanto de vacaciones o jornadas de formación pendientes. El gigante del metal no es la única empresa que ha tenido que parar producción. EDP ha tenido que poner en suspenso la producción de su central térmica de Soto de Ribera debido a la dificultad de conseguir carbón y la necesidad de mantenerla como “reserva” para garantizar el suministro eléctrico.

La situación de las empresas asturianas

El impacto en el empleo ya se ha traducido en los primeros ERTE por fuerza mayor, a los que se teme que se acojan más empresas en los próximos días ante la previsión de que el paro no se desconvoque. Hasta ahora, han sido varias empresas las que han aplicado regulaciones de empleo a causa de la crisis que está provocando el cierre patronal de los transportistas. Trefilerías Moreda ha aplicado un ERTE para 206 trabajadores, Orovalle planteó la misma medida para 190 de sus empleados, solución que rechazan los sindicatos y Asturquimia ha iniciado los trámites para otros 70 trabajadores. Otras empresas, como la mierense Starglass o Saint Gobain están negociando medidas similares con los sindicatos. Muchas otras empresas del sector alimentario estudian acogerse a medidas similares si prosigue la huelga durante los próximos días, algo que los convocantes dan por hecho.

El cálculo de FADE advierte de los efectos que puede tener la huelga según se alargue: “Lo más grave de la evolución es que el coste de pérdidas avanza en progresión geométrica”, apuntan desde la patronal. A medida que la falta de suministros afecta progresivamente a otros sectores del sector terciario obligando a paralizaciones o disminuciones de actividad en cadena. Así, la tercera semana de huelga puede causar daños mayores a las maltrechas cuentas de muchos sectores económicos de la región, ya afectados por los sobrecostes de la escalada de los precios energéticos.

FADE alerta de que el coste del paro patronal de los transportistas ya supera los ingresos de la administración regional por el impuesto de hidrocarburos durante todo 2021. El año pasado, el Principado ingresó poco más de 151 millones de euros por este concepto. La reflexión de los empresarios es que el cálculo no le sale a cuenta al Estado. “El daño ocasionado por paros extremos es varias veces superior a cualquier hipotético beneficio que se obtenga”, reflexionan desde la patronal, que miran al origen del conflicto, el elevado precio de los carburantes, de los que el Estado recibe grandes sumas de impuestos. La patronal presidida por María Calvo, además, critica la tardanza del Gobierno central a la hora de zanjar una crisis: “El retraso en tomar decisiones multiplica el daño causado”, sentencian los empresarios asturianos, que llaman a poner fin al conflicto. Con las medidas aprobadas por el Gobierno y acordadas con el CNTC algunos empresarios creen que la huelga irá dando tregua, algo que niegan los convocantes: “Todo va a seguir igual”, sentencian.

Compartir el artículo

stats