La eléctrica española Endesa, dominada por la energética estatal italiana Enel, va a acelerar su proceso de decarbonización y anticipará a 2027 (tres años antes de lo hasta ahora previsto) la clausura de todos sus centrales térmicas que queman carbón para generar electricidad.
Endesa ha diseñado un plan para aliviar el impacto territorial del próximo desmantelamiento de estas plantas de generación eléctrica mediante la ayuda al personal afectado por los cierres para que puedan buscar otras ocupaciones así como llevar a cabo programas de reciclaje profesional de estas personas.
Endesa tiene tres térmicas de carbón en proceso de desmantelamiento –las de Andorra (Teruel), Compostilla (León) y Carboneras (Almería)–, ha solicitado la autorización de cierre de la de As Pontes (La Coruña) y tiene en tramitación la clausura de la de Es Murterar (Baleares).
En Asturias, y tras los ceses definitivos de actividad de las centrales de Lada (Iberdrola) y Soto de la Barca (Naturgy), siguen quemando carbón dos instalaciones de EDP: la de Soto de Ribera y un grupo de Aboño.
Los cierres de las plantas de carbón se precipitaron por el alza de los derechos de emisión de CO2 en el mercado europeo, que penaliza a estas ninstalaciones, y por el encarecimiento adicional del mineral de carbón en el mercado internacional.
