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Innovar y exportar, la fórmula de Escandón para que el metal sea “motor de Asturias”

El nuevo presidente de Femetal pide el desbloqueo de fondos europeos, una fiscalidad equilibrada y una regulación ambiental que no obstaculice

Guillermo Ulacia, a la izquierda, felicitando al nuevo presidente de Femetal, Antonio Fernández-Escandón, con Adolfo García, presidente de la mesa de la asamblea al fondo. | Juan Plaza

Antonio Fernández-Escandón (Gijón, 1953) asumió ayer la presidencia de la Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias (Femetal) sustituyendo en el cargo a Guillermo Ulacia. Su objetivo: mantener al sector como “pilar fundamental de la economía regional”. “El metal ha sido y debe seguir siendo el motor de la economía asturiana”, sentenció en su primera intervención como presidente. Los retos que se marca Escandón para su mandato pasan por avanzar en la internacionalización e innovación de las empresas asociadas para las que, avanzó, trabajará “sin descanso”.

Es la misma receta para sortear la crisis que llevó a cabo en la compañía gijonesa Talleres Zitrón, cuyas riendas cogió cuando se asomaba al abismo de la quiebra con la crisis de la minería y que colocó como un referente del sector de la ventilación subterránea gracias a la especialización y el trabajo en el extranjero. La llegada de Escandón a la patronal coincide con su progresiva salida de la empresa familiar, cuya dirección ejecutiva ya ha dejado en manos de “la siguiente generación”.

Con fama “de buen empresario” y “rostro de la internacionalización asturiana”, como reseñó la presidenta de FADE, María Calvo, Escandón asume la presidencia de la patronal por unanimidad tras la anunciada salida de Guillermo Ulacia (Baracaldo, 1954). El ingeniero vasco estuvo al frente de la federación durante los últimos ocho años. En su despedida, Ulacia apostó por el optimismo y aseguró que el metal asturiano “queda en buenas manos”. Según el ya expresidente, la federación “va a salir fortalecida del relevo”. La salida de Ulacia no es total, ya que la primera medida de Escandón al frente de Femetal fue proponerle como director honorífico del clúster de fabricación avanzada MetaIndustry4, que él mismo impulsó.

Deseos de éxito

El ya expresidente de Femetal recibió las palabras de cariño del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que intervino en el acto de manera telemática. El representante de los empresarios españoles agradeció a Ulacia su “gran trabajo, dedicación y conocimiento” y su labor en la defensa del metal y de las empresas asturianas. Garamendi tendió también una mano a Escandón –“me tienes a tu lado”– y a Asturias, “una tierra que para los empresarios españoles representa la reconquista y es una pieza fundamental”. Misma tónica tuvo la intervención del José Miguel Herrero, presidente de Confemetal, que deseó “éxito” al presidente entrante y agradeció la labor del saliente.

El nuevo presidente de Femetal deseó estar “a la altura de las exigencias” de un contexto repleto de amenazas. Desde la crisis financiera, resumió, el sector experimentó “los efectos de unos años cargados de inestabilidad e incertidumbre” que han dejado en el camino a cerca de 300 empresas del sector. Ahora su principal obligación será ser la voz del metal asturiano y, en su primer discurso, ya denunció la “falta de agilidad” del Gobierno ante el estallido de la guerra en Ucrania.

En un contexto inflacionista y de alza de los precios energéticos, que suponen “hasta el 80% de los costes estructurales” del sector, y con las industrias “electrointensivas al borde del colapso”, Escandón lamentó seguir esperando los fondos europeos Next Generation “con cierta ansiedad”.

Entre los obstáculos a sortear en el presente y el futuro próximo por la federación, el gijonés también apuntó a la descarbonización que, en sus palabras, está teniendo “un impacto significativo” en las compañías asturianas del metal que están obligadas a “incorporar nuevos conocimientos” para poder cumplir con las exigencias para combatir el cambio climático. En ese sentido, Escandón reclamó a la administración una regulación ambiental que no se convierta en un “obstáculo perenne” a la actividad del sector y una fiscalidad “equilibrada y homogénea en el territorio”.

La última intervención de Guillermo Ulacia como presidente comenzó con las mismas palabras que utilizó en su primer discurso en el cargo en 2014: “En un presente turbulento y con un futuro incierto tenemos que seguir actuando con prudencia y decisión”. Una frase que valía entonces y que también puede aplicarse al presente. El vasco, que recibió de manos de Escandón la insignia de oro de la federación, explicó que su decisión de no seguir al frente responde a la creencia de que “Femetal es imprescindible en el ecosistema asturiano, pero no la persona que la ha venido liderando en los últimos ocho años”. “Asturias tiene alma industrial y corazón de acero”, resumió Ulacia que coincide con el nuevo presidente en que la fórmula para resistir los vaivenes a los que se está acostumbrando el sector pasa por la innovación.

El peso del metal

Pese a la incertidumbre y las sucesivas crisis a las que ha tenido que hacer frente el metal de la región, este sigue suponiendo el 11% del PIB de la región y representando el 52% del empleo industrial asturiano. Cifras que los intervinientes en el acto también achacaron al buen hacer de Ulacia que, dijeron, les ayudó a “anticipar muchas de las exigencias y tendencias del mercado”. “Solo siendo diferentes podremos sobrevivir en el mercado”, apuntó el nuevo dirigente de Femetal, que continuará la línea de trabajo abierta con el clúster MetaIndustry4 y señaló las áreas de producción y fabricación como los puntos en los que las empresas asturianas tienen mayor campo de mejora, especialmente en materia de digitalización, para competir en los mercados internacionales “con solvencia”

En esa competencia global “llena de riesgos”, como señaló Escandón durante su discurso, Femetal “no puede perder de vista las oportunidades de inversión”. Para ello, aseguró, cogerá el testigo de Ulacia en el asesoramiento de las empresas asociadas para seguir adelantándose a las “exigencias del mercado”. El nuevo presidente tratará de abordar aspectos que “aún siguen sin solución” como el tamaño de las compañías y su debilidad tras la concatenación de crisis sufrida durante los últimos años.

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