La invasión rusa ha tenido un efecto inmediato en el mercado del aceite de girasol. Su precio se ha doblado por la escasez del producto, ya que Ucrania cubre más de la mitad del consumo mundial. El aceite de girasol está por las nubes en los supermercados, pero también el de oliva que se produce en el sur de España, muy lejos de Ucrania. A eso se le puede denominar un precio ventajista, o cuanto menos oportunista, y ocurre igual en el mercado eléctrico. El precio del gas se ha disparado con la invasión, pero en la mayoría de las horas del día las tecnologías que marcan el precio son las renovables, principalmente la hidráulica.

El mercado eléctrico mayorista es marginalista. Eso quiere decir que la última tecnología en completar la cobertura de la demanda eléctrica en cada hora, la que casa oferta y demanda a mayor precio, es la que determina la retribución de todas las demás tecnologías, aunque sus costes sean muy inferiores. Ese mecanismo de formación del precio resulta particularmente ventajoso para las instalaciones nucleares y las grandes centrales hidráulicas, puesto que después de varias décadas de funcionamiento han dispuesto de tiempo para amortizar sus inversiones iniciales y apenas tienen costes variables. Ahí se generan los denominados “beneficios caídos del cielo”. El Gobierno anunció el pasado otoño un recorte de esa sobrerretribución, pero al final lo alivió para las eléctricas que ofrezcan precios “razonables” a la industria.

En cuanto al electrodoméstico que más consume, sin duda, el número uno se lo lleca la secadora. Este aparato l tienen una potencia de entre 2.000 y 3.000 W por lo que es de los que más consumen y, por lo tanto, se debería limitar su uso si se quiere ahorrar en la factura de la luz.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha garantizado que el Gobierno bajará la luz, el gas y la gasolina en el decreto que tiene previsto aprobar el 29 de marzo, haya o no consenso en el Consejo de Europa de la próxima semana.

Así lo ha señalado en la rueda de prensa posterior a la reunión que ha mantenido en el Congreso con el PP, el primero de los partidos con el que tiene previsto reunirse este miércoles en el marco de la ronda de contactos que ha iniciado para explorar medidas de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.

Bolaños ha subrayado que el Ejecutivo es "plenamente consciente" de lo que está costando llenar el depósito de gasolina, pagar la factura de la luz y mantener las casas calientes en el país. "Y, por eso, lo que hará el Gobierno será bajar el precio" a esos tres servicios, ha dicho, de la mano de los socios europeos y espera que también del resto de fuerzas políticas.

En todo caso, ha querido dejar claro que haya o no consenso a nivel europeo en esta materia, el Gobierno apostará por una bajada que será "inmediata y sencilla" para los hogares, las empresas y los autónomos españoles.