El paro patronal de camioneros del pasado mes de marzo –que fue más intenso y prolongado en Asturias que en la generalidad del país– golpeó a la industria regional ralentizando de modo abrupto su tendencia expansiva, diagnosticó ayer la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). El sector fabril asturiano avanzó en marzo el 2,6% en tasa interanual frente al 8,92% en que lo había hecho en febrero, cuando aún mantenía una tendencia pujante pese al alza de los costes energéticos y de los precios de las materias primas y al estallido de la guerra en Ucrania el 24 de ese mes. El crecimiento acumulado por la industria regional en el primer trimestre es del 9,6%.

Aun con estos condicionantes, el conjunto de la economía asturiana creció entre enero y marzo el 0,3% en tasa intertrimestral (la misma pauta que la media española) y fue la octava región con mayor progresión empatada con Aragón, según informó ayer la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). En tasa interanual, el saldo el Principado, con una progresión del 6,8%, fue cuatro décimas superior al promedio nacional. En relación con el mismo periodo de 2021, Asturias fue, empatada con Madrid, la sexta región más dinámica.

Por ramas

Sadei considera que el paro del transporte de mercancías por carretera “repercutió en mayor o menor medida en todas las actividades industriales, desde la siderurgia hasta las alimentarias” porque se impidió “tanto la entrada de materias primas como la salida y distribución de productos terminados”, lo que llegó a causar “la reducción o parada de algunas líneas de producción”.

Las mayores caídas de la actividad industrial en tasa interanual las soportaron los productos minerales no metálicos (-20%), la metalurgia (-13,5) y otras industrias extractivas (-8,46). También afectaron, aunque con menor intensidad, a alimentación y bebidas (-4,41). Los mayores incrementos se produjeron en la industria transformadora de los metales (16,27%), energía (15,12) e industria química (11,75). Por el destino de los bienes, hubo un avance del 15,25% en energía y del 7,2% en bienes de equipo, y retrocedieron bienes de consumo (-5,56) y bienes intermedios (-1,12).

Sadei sugiere que la fortaleza del sector secundario asturiano podría no estar comprometido, dado que los ajustes a la baja sufridos en marzo “tienen más que ver”, afirmó, “con las consecuencias de la huelga y la optimización de los costes energéticos que con una reducción real de las carteras de pedidos”. Y señaló que “a la pujanza del sector naval, de las renovables y del ferrocarril hay que unir el inicio de inversiones en otros sectores que aportan una nota de optimismo dentro de la incertidumbre”.