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Arcelor no llevará la acería verde al comité de inversiones hasta que no se pacte el ajuste

La empresa eleva la presión a los sindicatos y dice que el trabajo de ingeniería del plan de descarbonización debería empezar este verano

Instalaciones de Arcelor en Gijón JUAN PLAZA

Los planes iniciales de la dirección de ArcelorMittal España pasaban por llevar el proyecto de la acería verde de Gijón, primera piedra de su plan de descarbonización, al comité de inversiones de la compañía que se celebrará a finales de mes en Luxemburgo. Recibir el visto bueno de la dirección de la multinacional serviría para comenzar la reconversión de la planta gijonesa este mismo verano. Ahora, esas perspectivas parecen oscurecerse. La empresa dice que no presentará su plan en Luxemburgo hasta que no se alcance un acuerdo con los sindicatos para organizar el recorte de plantilla que implica la transición ecológica de la siderúrgica. Solo en las plantas asturianas desaparecerán 960 puestos de trabajo. Sin pasar por el comité de inversiones, el desembolso comprometido por la multinacional (más de 500 millones de euros) no llegará a Arcelor España y, sin dinero, los proyectos no pasarán del papel.

A la espera de lo que ocurra en las reuniones que se están celebrando en Etxebarri, donde la empresa y los trabajadores están negociando su nuevo marco laboral, el paso indispensable del proyecto asturiano por la sede central de la compañía parece condenado a retrasarse. Para cumplir el calendario previsto, la dirección y los sindicatos –que continuarán hoy las conversaciones– deberían alcanzar un pacto en las próximas dos semanas. De no ser así, los tiempos se complican. Fuentes de la dirección de las plantas asturianas de la siderúrgica explicaron que, antes del propio comité de inversiones, hay otra reunión en la que se presentan los proyectos a evaluar. “Lo que no pasa por esa reunión no llega al comité”, dijeron, y el margen para llegar a esa cita es escaso. Así, la empresa dobla la presión sobre los sindicatos para conseguir un acuerdo lo antes posible.

El comité de inversiones de ArcelorMittal se celebra una vez al mes, lo que obligaría a retrasar todos los planes, como mínimo hasta junio. Según afirman desde Arcelor, cada retraso afecta a toda la cadena de actuaciones previstas y termina retrasando el apagado del horno alto de Gijón, cuya vida útil finaliza a mediados de 2024. Por ello, dicen, es vital que las negociaciones lleguen a buen puerto cuanto antes con el objetivo de poder empezar los proyectos de ingeniería este mismo verano. Los retrasos, sin embargo, parecen estar previstos, puesto que Arcelor contempla retrasar el cierre de la instalación hasta entrado 2025.

Por el momento, las negociaciones entre los sindicatos y la dirección de la compañía siguen estancadas. La empresa rechaza la subida salarial que pide la plantilla, que exige subidas de sueldo por encima del IPC y reclama la extensión de la aplicación de los contratos relevo. Y, en ese contexto, las partes no están descendiendo al tema capital para el futuro de Arcelor: ese recorte de plantilla que se pretende presentar como aval para desbloquear la inversión.

Ayer, los avances fueron mínimos. La dirección propuso a los sindicatos la creación de una mesa de trabajo para regular el teletrabajo, la desconexión digital y el registro de jornada en las instalaciones del grupo y se acordó la creación de otra más para el plan de igualdad dentro de la compañía. Fuentes sindicales presentes en la reunión reiteraron la denuncia que llevan haciendo desde el inicio de las reuniones por el acuerdo marco: la “nula voluntad negociadora” por parte de los directivos de la siderúrgica. En la reunión celebrada ayer en Etxebarri, los sindicatos mantuvieron sus posturas iniciales: mejoras sociales, subidas salariales y nuevas inversiones que permitan mantener los niveles de producción actuales, que se verán mermados en Asturias con el plan de descarbonización.

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