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Armón se agigantará con Barreras

El grupo asturiano sumará 300.000 m2 de instalaciones con más capidad que el conjunto del naval privado español | Competencia deberá dar el visto bueno a la concentración

Astilleros Hijos de Barreras, en Vigo. MARTA G. BREA

Está a punto de nacer un gigante de la construcción naval. Y es asturiano. El grupo Armón, con sede en Navia, es el elegido por el administrador concursal de Hijos de J. Barreras para quedarse con el astillero vigués, el mayor privado de España. Con esta adquisición y sus propiedades, Armón pasará a tener más de 300.000 metros cuadrados de instalaciones fabriles en Asturias y Galicia, con once gradas para construir barcos de forma simultánea. Tendrá más capacidad que el resto del naval privado de España y solo por detrás la empresa pública Navantia. Al nivel de los grandes astilleros europeos.

No obstante, la adquisición de Barreras aún debe superar trámites. “La decisión del administrador concursal es un primer paso importante, pero quien tiene que resolver es la juez”, destacó Laudelino Alperi, consejero delegado de Armón. Además, al moverse en el mismo mercado que Barreras, y suponer una importante concentración de negocio a nivel nacional, la operación deberá contar con el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un trámite que según la consultora Kroll –encargada de evaluar las ofertas por Barreras– supondrá un retraso de dos meses en la ejecución de la compraventa una vez que la autorice la juez.

Armón ya cuenta con seis instalaciones en Asturias y Galicia. El grupo nació en 1963 en Navia como cooperativa para la construcción de pesqueros de bajura y se constituyó en sociedad en 1974. Allí sigue su corazón. A la sombra de los grandes astilleros industriales asturianos de la época –que luego hicieron aguas a partir de la década de los ochenta del pasado siglo por las crisis del petróleo, la competencia asiática y sus excesos de capacidad– , Armón fue creciendo especializándose en nichos de mercado y barcos a medida. En 1991 fundó Auxnaval en Puerto de Vega para la fabricación de embarcaciones rápidas de aluminio y un año después constituyó Armón Burela, en la provincia de Lugo, para reforzar la capacidad que ya tenía en Navia. A partir de ahí, el crecimiento fue inorgánico, a partir del desmoronamiento de otros astilleros.

En 1998 Armón asumió Construcciones Navales Santo Domingo en Vigo –que tiene sus instalaciones anexas a Hijos de J. Barreras– y en 2011 se hizo con el antiguo astillero de Juliana en Gijón después de que Factorías Vulcano lo llevara a la quiebra. A ambos los convirtió en Armón Vigo y Armón Gijón y, entre medio, en 2009, para centralizar la actividad de corte y conformado del acero que se utiliza para fabricar los barcos, constituyó en el polígono de Jarrio, en Coaña, la empresa Conformado y Corte.

A todo ese conglomerado de producción naval se sumará Hijos de J. Barreras. En total serán más de 300.000 metros cuadrados de superficie fabril, por encima de lo que suman el resto de astilleros privados de España: el también asturiano Gondán, Zamakoka, Balenciaga, Murueta, Construcciones Navales Paulino, Freire, Nodosa y Metalships.

Armón necesita crecer. Al cierre del año pasado tenía la construcción de 16 barcos en cartera –además de varias lanchas rápidas– y en lo que va de año ha conseguido engordarla. Recientemente firmó con la naviera italiana Liberty Lines la fabricación de nueve ferris rápidos, con opción de otros nueve, que se construirán en Navia y Burela; está cerrando la construcción en Gijón de un segundo gran ferri para Balearia y ya tiene dos barcos para construir en las instalaciones de Barreras: una oceanográfico para el Marine and Freshwater Research Institute de Inslandia y un arrastrero congelador para la pesquera argentina Red Chamber. Hace 18 años que se no se construye un pesquero en el astillero vigués.

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