El CEO de ArcelorMittal Europa, Geert Van Poelvoorde, cree que la descarbonización es un asunto "urgente" para la siderurgia comunitaria, pero que está plagada de "incertidumbre". El directivo de la multinacional, primera empresa de Asturias, solicitó al Parlamento Europeo agilidad a la hora de dar luz verde a la financiación que desbloqueará proyectos como el que su compañía tiene previsto en sus instalaciones gijonesas, aunque también pidió a los parlamentarios que tuviesen en cuenta el mercado del acero a la hora de revisar la regulación sobre los derechos de emisión.

Van Poelvoorde detalló el plan de Arcelor para descarbonizar las fábricas que regenta a lo largo del continente: “Construir plantas de acero con cero emisiones de carbono en ArcelorMittal Europa significa reemplazar los altos hornos con plantas DRI y construir hornos eléctricos que funcionen con energía renovable" Un proyecto global que, en España, se plantea llevar a cabo en Gijón y que culminará con el suministro de hidrógeno verde que pretende conseguir el consorcio HyDeal, del que participa la siderúrgica. "Reemplazar el gas natural con hidrógeno verde en las plantas de DRI, una vez que el hidrógeno verde esté disponible a escala y a un precio competitivo, reducirá nuestras emisiones de CO2 en un 90%", anunció el consejero delegado de la compañía, que detalló que las emisiones de CO2 restantes "serán capturadas y almacenadas o utilizadas". “Tenemos un plan detallado para hacerlo y estamos listos para implementarlo", adelantó Van Poelvoorde. Según el empresario, Arcelor ya cuenta con el apoyo de inversión de los gobiernos de Bélgica, Francia, Alemania y España. Así, recordó a los europarlamentarios que la empresa sigue aguardando "la aprobación de la financiación por parte de la Comisión Europea". El empresario denunció haber presentado sus solicitudes de financiación a tiempo (el verano pasado) y continuar "esperando una decisión".

El CEO de Arcelor precisó que en toda Europa "las siderúrgicas están a punto de lanzar más de 60 proyectos a escala industrial, lo que podría reducir las emisiones de CO2 de la industria siderúrgica europea en 81,5 millones de toneladas para 2030". Esta cifra, señaló "coincide con las emisiones anuales de CO2 per cápita de alrededor de 13 millones de europeos" para celebrar que ninguna otra electrointensiva había establecido "tal ambición”.

“Los votos decidirán el futuro del acero en Europa”

Como previa a las votaciones de la próxima semana sobre la revisión del ETS (Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea, por sus siglas en inglés) en el Parlamento Europeo, Van Poelvoorde calificó la situación actual como "muy grave y urgente". Con el ETS revisado en su redacción actual, incluso después de que todo el sector siderúrgico europeo haya reducido las emisiones de CO2 en un 30% e invertido hasta 86.000 millones de euros, el sector siderúrgico europeo "pagará 8.400 millones al año en derechos de emisiones en 2030". Para entonces, explicó, la siderúrgicas seguirán teniendo que acometer inversiones en la transición del proceso siderúrgico.

Vinculado al ETS, el CEO de Arcelor en Europa también habló sobre el mecanismo de ajuste fronterizo de carbono propuesto: “Damos la bienvenida a esta idea y, de hecho, necesitamos garantías de que las importaciones estarán sujetas a los mismos costes por derechos de emisión que los productores europeos". Sin embargo, como se propone actualmente, lamenta el empresario, el sistema terminará haciendo que el acero europeo no sea competitivo en el mercado mundial.

La industria, defiende Van Poelvoorde, todavía necesita un período de transición para dar tiempo a transformar los sitios de fabricación de acero: "Reemplazar los altos hornos con plantas DRI-EAF lleva años, después de la fase de ingeniería, necesitamos dos años para la fase de construcción, seguida de un período de prueba y puesta en marcha". "Para cada uno de nuestros proyectos DRI-EAF planificados, transformaremos un sitio industrial existente y necesitamos una fase de transición". Esto, que también ocurrirá en Asturias, permitiría a Arcelor continuar "produciendo a través de la ruta del alto horno, fabricando acero en Europa y generando fondos que reinvertir en la construcción de nuevas plantas necesarias para la fabricación de acero sin emisiones de carbono”.

El acceso a energía renovable asequible a gran escala, explicó Van Poelvoorde, es uno de los pilares cruciales de la fabricación de acero sin emisiones de carbono. “Para 2030, la industria siderúrgica europea necesitará 150 TWh de electricidad renovable de la red, de los cuales se necesitará la mitad. para la producción de hidrógeno", adelantó el CEO europeo de la compañía. "Europa debe acelerar la creación de un entorno regulatorio para el hidrógeno verde (almacenamiento, transporte); impulsar la construcción de infraestructura y acelerar la obtención de permisos”, reclamó el empresario.