Durante el pasado mes de marzo se registraron en Asturias 1.068 compraventas de viviendas. No se superaba la barrera de las 1.000 desde febrero de 2011 y para encontrar un registro así en un mes de marzo hay que retroceder hasta 2008, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria. Las agencias inmobiliarias de Asturias destacan la recuperación del sector, pero señalan que en marzo se produjo un hecho excepcional: varias entidades de crédito anunciaron para abril el encarecimiento o el fin de las hipotecas a interés fijo y eso aceleró las operaciones.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, de las 1.068 compraventas de viviendas registradas en Asturias en marzo –un 31,2% más que en el mismo mes del año anterior–, 845 eran usadas y solo 223 nuevas, lo que diferencia el actual “boom” inmobiliario del registrado en la primera década del siglo, protagonizado por los pisos de nueva construcción.
“El 70% de las compras en Asturias las realizan familias que buscan primera vivienda. Demandan pisos de dos o tres habitaciones por unos 120.000 euros”, señaló Katia Domingo, presidenta de Asocias, asociación de agencias inmobiliarias de Asturias, que añadió que la pandemia elevó la demanda de compradores de fuera de Asturias y de casas con jardín. No obstante, el centro urbano de Oviedo y zonas de Gijón como el centro, La Arena, El Bibio, Viesques y Poniente siguen siendo las más demandadas.
Domingo explicó que los datos de marzo pueden ser excepcionales “al acelerarse las compraventas por la subida de los tipos de las hipotecas a partir de abril”, pero añadió que actualmente “se sigue vendiendo bien”. Además, destacó que en el mercado inmobiliario asturiano empieza a haber escasez de las tipologías de viviendas más demandadas a raíz de la pandemia. “Los pisos con terraza y los chalés que salen al mercado se venden rápidamente”, afirmó la presidenta de Asocias.
